Deja de lado tus preocupaciones disfrutando de un paseo en globo aerostático en Gijón
Si vives en Asturias o has ido de vacaciones al Principado, es probable que hayas conducido por las carreteras de la bahía de Gijón con sus maravillosas vistas la Cantábrico, por la ciudad o por su entorno rural.
Pero, ¿Has visto el horizonte desde la cesta de un globo aerostático? Si es que no, ponlo en tu lista de deseos.
Los viajes en globo aerostático en Gijón recorren los impresionantes paisajes de la verde costa y la bahía de la ciudad que seguro, no te dejarán indiferente.
«No todos los lugares son bonitos para sobrevolar en globo, pero volar en Asturias, es sencillamente espectacular», dice Ramón Arrieta, un Guipuzcoano aficionado a los viajes en globo.
«La mayoría de nosotros sueña con hacer un viaje en globo aerostático en algún momento de nuestra vida, y yo, que suelo viajar por todas partes del mundo, la zona de Asturias me parece de las más maravillosas».
Es emocionante ver cómo vuela con la expansión del aire caliente, todos tienen la misma fascinación al interactuar.
Una cosa que no experimentarás es el miedo. Si la idea de volar en un globo aerostático te hace sentir aprensivo, no te preocupes. No es como volar normalmente. El globo se mueve a la velocidad del viento, por lo que no sientes el movimiento dentro de la cesta.
Un día de experiencias inolvidables
Nos reunimos en Roces, al lado de Gijón Sur, sobre las 4 de la tarde, con el enorme globo ya desplegado. Las ganas de empezar y el nerviosismo se podía ver en la cara felicidad de todos.
Media hora después, despegamos y despejamos la línea de árboles, deslizándonos y viendo la bahía en el horizonte. En silencio, con amplias sonrisas, nos maravillamos del paisaje en todas las direcciones.
El quemador comenzó a cobrar vida y empezamos a subir.
Ahí arriba, se exhibe toda la gloria de Gijón. Debajo de nosotros, tenemos una vista panorámica del puerto deportivo y más adelante pudimos ver la Iglesia de San Pedro, el estadio de futbol de El Molinón, la plaza de toros y el Jardín Botánico.
Flotando silenciosamente en el cielo, pasamos por la playa de San Lorenzo, la de Poniente y la del Arbeyal.
Este fue un día de experiencias inolvidables.
El primer vuelo en globo aerostático tripulado fue en Francia
Hoy, 236 años después todo el mundo sigue asombrado cuando te deslizas por las nubes de Gijón.
En 1783, dos hermanos demostraron su invención, el globo aerostático, ante una multitud de dignatarios en Annonay, Francia.
Joseph-Michel y Jacques-Étienne Montgolfier, prósperos fabricantes de papel, experimentaron con dispositivos que el aire dirigido a una bolsa de tela hizo que esta se elevara. Después de varias pruebas exitosas, los hermanos decidieron demostrar públicamente su invento.
Los Montgolfiers construyeron un globo hecho de seda y forrado con papel de 10 metros de diámetro y lo lanzaron, sin nadie a bordo, desde el mercado de Annonay el 4 de junio de 1783. El globo se elevó aproximadamente 1.600 metros y permaneció en el aire 10 minutos, viajando 2 kilómetros.
Volar en globo aerostático en Gijón