Unión para sacar a la xenófoba Orriols del Ayuntamiento de Ripoll

Cuenta atrás en Ripoll para reemplazar a la alcaldesa de ultraderecha Silvia Orriols

Ripoll vive una tensa cuenta atrás para intentar desbancar a Silvia Orriols, líder de Aliança Catalana, de la alcaldía. Tras dos años sin lograr aprobar presupuestos, Orriols se sometió recientemente a una cuestión de confianza que también perdió. Ahora, los partidos de la oposición disponen de un mes para presentar una moción de censura, ya que, de lo contrario, los presupuestos quedarían automáticamente aprobados.

Junts, ERC, PSC y la CUP, que juntos suman la mayoría absoluta en un pleno donde Aliança Catalana es el grupo mayoritario, han iniciado contactos para llegar a un acuerdo. Fuentes consultadas coinciden en que hay una «buena predisposición», aunque recomiendan cautela para mantener las negociaciones dentro del ámbito local y evitar interferencias del nivel nacional hasta que se logren avances concretos.

Un cambio forzado por la cuestión de confianza

Hasta ahora, los partidos de la oposición habían explorado acuerdos para formar un gobierno que evitara el liderazgo de la extrema derecha. Sin embargo, la reciente cuestión de confianza ha intensificado la necesidad de llegar a un consenso. Este mecanismo obliga a las fuerzas políticas a unirse, ya que si no presentan una moción de censura, los presupuestos de Aliança Catalana serán aprobados por defecto.

Junts, ERC y PSC han reconocido que deben ponerse de acuerdo a toda costa y que ya han iniciado contactos preliminares. No obstante, todavía no se han discutido detalles clave, como la fórmula de gobierno (qué partidos formarían parte del equipo o quién ocuparía la alcaldía).

El reto: mantener las negociaciones en el ámbito local

Ripoll, como único municipio del país gobernado por la extrema derecha, ha despertado un alto interés político y mediático. Sin embargo, los partidos locales insisten en la necesidad de evitar escaladas nacionales, pues en el pasado estas han dificultado los acuerdos.

Un claro ejemplo de este riesgo ocurrió tras las municipales de 2023, cuando ERC, PSC y CUP habían llegado a un acuerdo para frenar a Orriols. Sin embargo, unos polémicos tuits de Laura Borràs, entonces presidenta de Junts, sugirieron que no era «correcto» formar un gobierno de concentración. Aunque su partido terminó desautorizándola, el daño político ya estaba hecho, y el pacto se volvió inviable.

¿Un acuerdo a tiempo?

Por el momento, el futuro político de Ripoll sigue en el aire. Las negociaciones locales avanzan con prudencia para evitar errores pasados, pero el reloj corre y los partidos de la oposición tendrán que intensificar sus esfuerzos si desean evitar que Aliança Catalana consolide su liderazgo.