Desarticulado un grupo que robaba tragaperras de los bares en Zaragoza, Castellón y Tarragona
Agentes de los Mossos d’Esquadra y de la Guardia Civil detuvieron el pasado 28 de febrero, a cinco hombres y una mujer de edades comprendidas entre los 26 y 46 años como presuntos autores de los delitos de robo con fuerza, pertenencia a grupo criminal y tráfico de drogas.
La investigación concluyó la madrugada del pasado 28 de febrero cuando agentes de ambos cuerpos realizaron entradas judiciales simultáneas en los domicilios de la Ràpita, Valls (Tarragona), Borriol (Castellón) y Fuentes de Ebro (Zaragoza), y detuvieron a las seis personas que formaban este grupo.
Cabe destacar que tres de los miembros del grupo fueron detenidos en la localidad de Fuentes de Ebro cuando regresaban al domicilio tras efectuar un robo en un bar de la localidad de Alagón (Zaragoza). Otras dos personas fueron detenidas en la localidad de Valls y la sexta en Tarragona. En el momento de la detención, los autores llevaban una mochila llena de monedas de 1 euro, y antes de entrar en la población dejaron escondido en un descampado las herramientas que utilizaban para cometer los forzamientos de las máquinas tragaperras como palancas, destornilladores, guantes, etc.
En las entradas se intervinieron 400 kg de cogollos de marihuana empaquetados y preparados para su envío, y 12.000 euros en efectivo, 4 bolsas con 30 kilos de monedas de un euros, herramientas utilizadas para forzar accesos, y 8 teléfonos móviles.
Todos los detenidos pasaron a disposición del Juzgado de Instrucción número 1 de Amposta (Tarragona) el pasado 29 de febrero.
Una batería itinerante muy activa en zonas rurales
Los hechos se remontan al pasado mes de diciembre de 2023, cuando los agentes tuvieron conocimiento de 12 robos en bares de la comarca del Montsià en un breve espacio de tiempo. En estos robos, los autores accedían al interior de los establecimientos mediante el forzamiento de los accesos y violentaban las máquinas tragaperras para sustraer la recaudación.
Los ladrones realizaban estas acciones en bares de pequeñas poblaciones de forma muy rápida y especializada, y generaron alarma social en las zonas rurales afectadas. Cuando, a raíz de la reiteración delictiva, aumentaba la presión policial, el grupo cambiaba a otra demarcación por no ser detectados, dificultando así las investigaciones.
La investigación policial identificó a un grupo de personas relacionadas directamente con estos robos que residían entre las localidades de la Ràpita y Valls (Tarragona).
En el transcurso de las pesquisas, mediante el Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y el Crimen Organizado (CITCO), los Mossos d’Esquadra tuvieron conocimiento de que una Unidad de la Guardia Civil de Castellón estaba investigando al mismo grupo de personas a raíz de otros robos en bares de la demarcación de Castellón, ya que el grupo criminal utilizaba como base de operaciones un piso ubicado en la localidad de Borriol (Castellón).
A raíz de esta coincidencia se constituyó el equipo conjunto de investigación de ambos cuerpos policiales, quien detectó que los delincuentes habían comenzado a desplazarse hacia la provincia de Zaragoza para cometer otros robos de las mismas características.