Sánchez sobre Del Pino, de Ferrovial:

Sánchez apunta directamente a Del Pino, de Ferrovial, por llevar la compañía a Pauses Bajos

Crece el enfado del gobierno por el anuncio de que la constructora Ferrovial traslada la sede social a Países Bajos. Al margen de criticar la decisión, este jueves Pedro Sánchez ha decidido lanzar un ataque sin tapujos y centrado personalmente contra el presidente de Ferrovial, Rafael del Pino, de quien dice que no es un «empresario comprometido con España»:

«En España hay ejemplos extraordinariamente positivos de empresarios comprometidos con su país. Sin duda, con este anuncio creo que no es el caso del señor de Pino.»

El gobierno no se cree los motivos empresariales esgrimidos por la compañía y detrás ve el interés personal por pagar menos impuestos de su presidente, que es la tercera fortuna más grande de España. Con un patrimonio que supera los 3.800 millones de euros, Rafael del Pino Calvo-Sotelo preside desde hace más de 20 años la empresa española de origen familiar fundada por su padre en 1952.

Ministros socialistas y de Unidas Podemos han cargado este jueves contra su «codicia» y «antipatriotismo», mientras que el presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, ha pedido «respeto» para el presidente de la compañía y subraya que no se va a ningún paraíso fiscal.

Durante toda la jornada, fuentes de La Moncloa insistieron en que la maniobra de Ferrovial no tenía razones claras y sólidas y, sobre todo, que la seguridad jurídica de España está fuera de cualquier duda. Para reforzar esa idea, estas fuentes han recordado el volumen récord de inversión extranjera en España.

Desde el campo sindical, Ferrovial también ha recibido. El secretario general de UGT ha asegurado que la decisión es «una falta de patriotismo y de respeto al país que ha hecho que sea lo que es».

¿Qué puede sacar la compañía?

La prueba de que la compañía no tiene ninguna intención de dar marcha atrás es la nota enviada al regulador bursátil, explicando los términos técnicos y legales de su fusión con la filial en Holanda, desde donde controla todo el negocio internacional.

Desde que ha hecho pública la noticia, Ferrovial ha asegurado que el objetivo del cambio de sede social no es un ahorro de impuestos, sino aumentar la proyección internacional de la empresa, ya que desde los Países Bajos puede acceder más fácilmente a su gran mercado, Estados Unidos.

Según cálculos de analistas, Ferrovial sí ahorraría impuestos con el cambio. Podrían ser unos 40 millones de euros al año, porque en Países Bajos los dividendos de las empresas filiales están exentos de tributar, mientras que en España deben pagar un 5%.