Rubiales se hace la víctima, ataca al falso feminismo y no dimite

Rubiales ataca ahora al feminismo y se enroca en su puesto

El presidente de la Federación Española de Fútbol, ​​Luis Rubiales, no dimite. Lo ha anunciado durante la asamblea extraordinaria de la Federación Española de Fútbol con motivo del beso forzado a Jenni Hermoso y las celebraciones en el palco el día de la final del Mundial. Rubiales se ha mostrado como víctima de una «cacería» y ha cargado contra el feminismo.

Afirmó, sin lugar a dudas, que el beso fue «consentido» con Hermoso. Explicó que Hermoso falló un penalti durante la final y, cuando recogía la medalla él le preguntó: «¿un piquito? y ella me dijo vale, aseguró Rubiales. Por eso, recalcó que fue «consentido» Por ello, ha criticado el comunicado que hizo Hermoso a través de su agencia y el sindicato de jugadoras: «No lo he entendido», ha pronunciado Rubiales.

En la comparecencia también ha apoyado al seleccionador femenino invitándole a renovar. Rubiales ha premiado a Vilda, quien ha sido uno de sus mayores apoyos en todo este caso.

La gota que habría colmado el vaso ha sido el expediente que le ha abierto la Federación Internacional de Fútbol (FIFA) por los «hechos ocurridos durante la final de la Copa Mundial Femenina».

El posicionamiento público de Jennifer Hermoso a través del sindicato Futpro también habría precipitado la decisión cinco días después de la final del Mundial contra Inglaterra.

¿Inhabilitación?

El presidente del Gobierno Pedro Sánchez ya le advirtió tras recibir a las campeonas del mundo en la Moncloa: «Las disculpas no son suficientes y debe seguir dando pasos adelante», decía el presidente. Rubiales no los ha hecho y el Consejo Superior de Deportes (CSD) activará los mecanismos para forzar el relevo en la presidencia de la RFEF si se enroca en el cargo tras la asamblea de este viernes.

El organismo, dependiente del gobierno, cuenta ya con varias denuncias por el comportamiento de Rubiales, ha decidido este jueves abrir un expediente.

Entonces, el caso estará en manos del Tribunal de Arbitraje para el Deporte (TAD), quien tendrá la potestad de decidir el futuro de Rubiales. Ya existe un precedente que precisamente no llama al optimismo del presidente de la RFEF: el TAD ya destituyó al exdirigente de la Federación Ángel María Villar por unos hechos incluso más leves que el de Rubiales: vulnerar la neutralidad en medio de un proceso electoral.