Rafael Amargo era el jefe de una red de narcotráfico que transportaban la droga en Uber
Un juez de Madrid concluye que el bailaor Rafael Amargo era jefe de una organización que traficaba con drogas. Distribuía metanfetamina, ketamina, MDMA y GBL a domicilio a través de «mulas» y Uber.
El 2 de diciembre del pasado año, Amargo fue detenido en el marco de la operación Códax. Al bailaor, su esposa y el socio productor, Eduardo Santos se les atribuye delitos contra la salud pública, tráfico de drogas y pertenencia a un grupo criminal. Ahora el titular del juzgado de instrucción número 48 de Madrid ha cerrado la investigación penal que concluye que existen «indicios suficientes».
Las drogas que los acusados -el coreógrafo, su esposa y dos socios- presuntamente distribuían eran ketamina, éxtasis, GBL y metanfetamina.
El «modus operandi»
La droga la distribuían desde el piso que compartía el bailarín flamenco con su esposa, Luciana. El instructor argumenta que los investigados en la causa «actuaban en la recepción, preparación y distribución de sustancias estupefacientes».
Hacían uso de terceras personas, «mulas», que llevaban la mercancía a los compradores a través de Uber. También lo hacían en trato directo con el comprador accediendo a la vivienda.
El texto judicial explica que, después de poco rato en el domicilio, salían del inmueble con la sustancia adquirida, que «excedía de lo que se puede considerar autoconsumo».
Según la instrucción, las funciones de Rafael Amargo dentro del grupo eran de «jefe del entramado», él era quien supuestamente se encargaba de las compras de una cantidad de «media importancia» de las sustancias estupefacientes.
La Policía Nacional registró las propiedades de Amargo en Madrid, donde halló 60 gramos de metanfetamina, 20 gramos de ketamina y 6.000 euros en efectivo.