¿Qué está pasando en Gaza tras la orden de evitar un genocidio?

¿Qué está pasando en Gaza tras la orden de La Haya de evitar un genocidio?

El mismo día que el Tribunal Internacional de La Haya ordenaba a Israel que evitara un genocidio, se podía ver a una multitud de civiles huyendo de la ciudad con lo poco que tienen ya detrás, a unos metros, aparece un imponente tanque Merkava israelí de 5 toneladas moviendo su cañón de 120 mm a ambos lados. Mujeres y niños cargados con bolsas y mantas caminan penosamente mientras oyen el aliento y el ruido amenazante del carro de combate en la nuca.

De nuevo, un éxodo de civiles que debe irse de su refugio. Y la mayoría ya han tenido que hacerlo varias veces. Israel ordena que se marchen, dice, por su seguridad y para que no queden atrapados en los combates contra Hamás.

Para los palestinos es otro ejemplo de limpieza étnica y prueba del genocidio que –dicen– está haciendo Israel. El ejército judío, que ya tiene rodeado Khan Yunis –donde cree que hay muchos combatientes de Hamás– aprieta el círculo y busca hacer lo mismo que en la ciudad de Gaza: expulsar a la mayoría de la población, vaciar los hospitales para tener el terreno más libre a la hora de perseguir al enemigo.

Sin lugar a donde ir y aún más decepcionados

¿Pero hacia dónde pueden ir los nuevos desplazados? Sólo hacia el sur, hacia Rafah y la frontera con Egipto, donde un millón y medio de civiles ya se agolpan en un pequeño espacio sin prácticamente ayuda y malviviendo en improvisadas tiendas de plástico. Según la OMS, nueve de cada diez habitantes de Gaza sólo come una vez al día.

Y quienes llegan, o ya viven aquí desde hace semanas, están muy decepcionados con el tribunal de La Haya, de quien esperaban que ordenara un alto el fuego. Hiam Hadid, mientras toma un café con un fuego en el suelo y una cafetera oxidada, se lamenta.

«Llevamos tres meses esperando un alto el fuego. Cada día mueren 200 mártires. Por qué el Tribunal Internacional da más tiempo a los judíos para que nos sigan matando y cometiendo este genocidio. Cada día muere gente en Khan Yunis, Rafah, Nuseirat o Al- Mawasi. Es muy injusto».

Otra desplazado, Mahmoud Ashour, se declara no sorprendido:

«Estamos acostumbrados a la complicidad del mundo con Israel y estamos decepcionados. No esperaba que el Tribunal hiciera justicia, pero las decisiones que han anunciado este viernes no son buenas para los palestinos desplazados de Gaza. Espero que pronto tomen una mejor decisión y se ponga fin de inmediato a la agresión contra nuestro pueblo»

Ni las órdenes de La Haya detienen a Israel

Los jueces del tribunal reconocieron implícitamente que algunas de las «acciones y omisiones» de Israel pueden constituir genocidio. Y para que no continúe por el mismo camino, le aplicó medidas cautelares como ordenarle que impida un genocidio (o que siga haciéndolo), que persiga y castigue a las personas que lo promueven o que permita la entrada de más ayuda humanitaria a Gaza.

Sin embargo, al día siguiente del dictamen los palestinos no notan ninguna mejora en su situación. El ejército ocupante ha matado al menos a 170 personas y ha herido a más de 300, aproximadamente unas cifras similares a las de los últimos días. De hecho, según la televisión Al Jazeera, Israel ha intensificado los bombardeos en toda la Franja, ignorando de facto las órdenes al tribunal.

Lo han comprobado en el Hospital Nasser de Khan Yunis, el mayor de la ciudad. Unas imágenes de la agencia Reuters revelan un caos descomunal, con la recepción saturada de decenas de personas y enfermos, gritos, lamentos y carreras.

En el centro falta absolutamente de todo, desde médicos hasta material, medicamentos o simplemente camas. Imposible atender mínimamente ni a los heridos de guerra ni a los enfermos, según explica el doctor Muhammad Harara:

«Tenemos menos del 10% del personal hospitalario de antes de la guerra. La mayoría de las personas heridas que acuden al hospital son desplazadas de «escuelas de la ONU y de refugios. El equipo médico en el hospital es casi inexistente. Las cosas más sencillas, como los analgésicos y las herramientas de anestesia, no están disponibles».

 

«Estamos haciendo todo lo posible para atender a los pacientes que llegan. No podemos cuidarlos como hacíamos antes, simplemente intentamos mantenerlos vivos».

Por tanto, el dictamen de La Haya no ha tenido todavía ningún efecto sobre la penosa situación de dos millones de civiles en Gaza y, aunque sugiere que puede haber un genocidio en marcha, los países occidentales tampoco han puesto el grito en el cielo y no parece que maticen más su apoyo a Israel.

Castigo occidental contra la agencia de la ONU para los refugiados palestinos

De hecho, realizaron otra demostración de este alineamiento y varias capitales anunciaron que suspenden la financiación a la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos, (UNRWA). Ayer fue Estados Unidos; hoy, Italia, Canadá, Reino Unido, Australia y Finlandia han anunciado que dejan de financiarla.

Lo justifican porque se ha sabido que 12 trabajadores, de un total de 30.000, habrían participado en el ataque de Hamás del 7 de octubre. La ONU rescindió los contratos con los sospechosos y anunció una investigación urgente, pero suplica a Occidente que no abandone el único gran organismo humanitario que asiste a Gaza.


Guerra Israel-Palestina

 

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