El kremlin acusa al jefe del grupo Wagner, Yevgeny Prigozhin, de alta traición
El presidente de Rusia, Vladimir Putin, acusa al jefe del Grupo Wagner, Yevgeny Prigozhin, de haber cometido «alta traición».
En una comparecencia televisiva de urgencia en la que no ha mencionado directamente ni a Prigozhin ni a sus mercenarios, Putin ha hablado de «rebelión armada» y ha asegurado que hará lo necesario para defender a Rusia.
En este sentido, aseguró que las fuerzas armadas ya han recibido las órdenes necesarias y que los traidores «serán castigados».
Putin admitió que la situación en Rostov «es difícil», pero añadió que llevará a cabo «acciones decisivas» para estabilizar la situación.
Rostov del Don, la capital de la región de Rostov, en el suroeste de Rusia, es donde efectivos del Grupo Wagner se han hecho fuertes tras atravesar la frontera desde Ucrania. De madrugada, Prigozhin ha colgado un vídeo en Telegram en el que afirma que está en el Estado Mayor ruso de Rostov del Don y que controla todas «las instalaciones militares, incluido el aeródromo».
La escalada de tensión inédita entre el líder del Grupo Wagner y el Kremlin estalló este viernes después de que Prigozhin acusara al ejército ruso de haber atacado con misiles posiciones de sus mercenarios y asegurara que castigaría a los culpables.
El gobierno ruso, por su parte, ha ordenado la detención de Prigozhin y ha desplegado «medidas antiterroristas» en Moscú.
«Puñalada por la espalda»
Antes, Prigozhin se había declarado en rebeldía contra la cúpula del Ministerio de Defensa, sobre todo contra el ministro, Serguéi Shoigú, y el jefe del Estado mayor, Valery Gueràssimov, a los que acusó de haber «aniquilado» 100.000 soldados rusos y haber creado el «caos» en la invasión en Ucrania.
Las diferencias entre Prigozhin y el Ministerio de Defensa ruso no son nuevas, pero nunca habían llegado a ese nivel, con Moscú acusando a su hasta ahora aliado de haberles clavado una «puñalada por la espalda».
Además, había anunciado que los efectivos del Grupo Wagner habían atravesado la frontera entre Ucrania y Rusia y estaban entrando en la región de Rostov.
«Hemos atravesado la frontera estatal en todos los lugares. Los guardias fronterizos salían y abrazaban a nuestros combatientes. Ahora entramos en Rostov», decía Prigozhin en un mensaje de audio.
La inteligencia rusa pide la detención de Prigozhin
Desde Rusia, la reacción a las acciones de Prigozhin no se hizo esperar. Los responsables del Servicio Federal de Seguridad (FSB), el antiguo KGB, han llamado a los mercenarios de Wagner a «no cometer un error irreparable» y «cesar cualquier acción armada contra el pueblo ruso».
También a «no cumplir las órdenes criminales y traicioneras de Prigozhin» y «tomar medidas para su detención».
Esta mañana, fuerzas de seguridad rusas se han desplegado en el exterior de la sede del Grupo Wagner, en San Petersburgo.
«Medidas antiterroristas» en Moscú
Mientras, el alcalde de Moscú, Sergéi Sobianin, ha anunciado en Telegram la puesta en marcha de «medidas antiterroristas destinadas a fortalecer las medidas de seguridad» de la ciudad.
El gobernador de la región, Andrey Vorobyov, también ha anunciado que «se han reforzado las medidas de seguridad» y que «la situación está controlada por las fuerzas del orden y el FSB».
La situación es una nueva muestra de la tensión y el desacuerdo entre el gobierno ruso y su principal activo bélico en Ucrania.
El «desafío más significativo» para Rusia
La inteligencia militar británica considera que Rusia se enfrenta al «desafío más significativo de los últimos tiempos», a raíz del enfrentamiento abierto con el jefe del Grupo Wagner de mercenarios, Yevgeny Prigozhin.
«Durante las próximas horas, la lealtad de las fuerzas de seguridad de Rusia y especialmente de la Guardia Nacional Rusa serán clave para el desarrollo de la crisis» abierta este viernes, asegura el Ministerio de Defensa en la cuenta de Twitter que realiza seguimiento diario de la invasión rusa de Ucrania desde que empezó.