Protección de Datos multa a Mercadona con 2,5 millones

Protección de Datos multa a Mercadona con 2,5 millones

Mercadona ha decidido dar por finalizado el procedimiento abierto por la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD) procediendo al pago de los 2,5 millones de euros de sanción propuesta por este organismo en relación con el proyecto de reconocimento facial que la empresa implantó en 48 tiendas.

El sistema aplicaba un filtro tecnológico y una segunda verificación que establecía que la persona identificada tenía una orden de alejamiento del establecimiento. Después procedía a notificarlo a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, responsables de hacer cumplir la medida en vigor.

Según explican desde la compañía, no se guardaba ningún tipo de información del resto de personas, pues se eliminaba en su totalidad en 0,3 segundos, que es la duración de todo ese proceso (tiempo similar a un parpadeo), lo que imposibilitaba totalmente la posibilidad de identificar a las personas sobre las que no existía una prohibición judicial de acceso al establecimiento.

Mercadona a pesar de esto y ante las dudas legales puestas de manifiesto en lo actuado hasta el momento en el procedimiento sobre esta tecnología, considera que «ahora lo más responsable y riguroso es dar por finalizada esta prueba piloto».

La Agencia Española de Protección de Datos comenzó a investigar el uso del reconocimiento facial de Mercadona en julio del pasado año al tener dudas sobre la vulneración del derecho a la privacidad de los usuarios.

Fuentes jurídicas creen que la medida no guardaba proporcionalidad con la finalidad perseguida y que, por tanto, se excedía de los límites al derecho de la privacidad de los consumidores de la cadena de supermercados.

Las mismas fuentes apuntan que, en este caso, el interés público es muy dudoso, ya que se busca el interés de la entidad privada, no la del ciudadano, que en pocos casos resultará beneficiado por esta medida.

Además, ven mucha desproporción y un fuerte impacto en el derecho a la privacidad de las personas.

El reconocimiento facial, uno de los avances más publicitados en el campo de la inteligencia artificial, se encuentra en terreno pantanoso. Numerosos colectivos científicos y de la sociedad civil han cuestionado el uso del reconocimiento facial por las dudas éticas que apareja, puesto que algunos estudios han mostrado que funciona mucho peor en mujeres o en personas racializadas, aumentando los falsos positivos o negativos.

Las principales empresas que lo desarrollan, como Amazon, IBM o Microsoft, han anunciado que dejarán de investigar en este campo y de vender sistemas de reconocimiento facial a fuerzas policiales y de orden público hasta que se establezcan reglas claras sobre su uso por parte de los gobiernos.

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