2 años y 11 menes de prisión para dos guardias civiles por la descarga de 2.000 kilos de hachís en Burriana, Castellón
La Audiencia Provincial de Castellón ha condenado a 2 años y 11 meses de prisión a dos guardias civiles por realizar una descarga de 2.000 kilos de hachís en Burriana (Castellón).
La sentencia condena a los dos agentes como autores de un delito contra la salud pública agravado por ser cantidad de notoria importancia y por ser funcionarios de la Guardia Civil en ejercicio de sus funciones. También establece la concurrencia de la atenuante de la responsabilidad penal muy cualificada de dilaciones indebidas, fija inhabilitación especial para el ejercicio de la profesión y les impone una multa de 3 millones de euros.
Además han sido condenados como autores de un delito de integración en un grupo criminal a dos meses de prisión, que se sustituye por prestación de 30 días de jornadas de trabajo en beneficio de la comunidad.
Así mismo, la sentencia condena a seis personas más también como autores de un delito contra la salud pública agravado -a la pena de dos años de prisión y a una multa de 2 millones de euros a cinco de ellos y a una pena de 1 año y seis meses de cárcel y una multa de 1.800.000 euros al sexto-; y como autores de integración en un grupo criminal. La Sala absuelve a un noveno procesado.
La sentencia establece que en fechas previas al 17 de junio de 2015 los condenados idearon un plan adquirir y distribuir una importante partida de hachís, que pretendían introducir a través del Puerto de Borriana.
Detenido un guardia civil con cuatro toneladas de hachís
El grupo contaba con la ayuda de los dos guardias civiles procesados, integrantes ambos de la Patrulla Fiscal y Fronteras (PAFIT) de la Compañía de Borriana, quienes, prevaliéndose del acceso que tenían a las distintas zonas del puerto, debían garantizar el correcto desembarco de los fardos de hachís para proceder a su ulterior distribución.
El 18 de junio, uno de los procesados se dirigió al Puerto de Borriana, lugar donde tenía atracada una embarcación pesquera, y se dirigió hacía otra embarcación desde donde traspasaron los fardos de hachís y para garantizar la entrada de la embarcación, los agentes de la Guardia Civil procesados se dirigieron a la zona del Puerto para controlar que todo funcionaba correctamente.
La operación de narcotráfico no era posible sin contar con el apoyo de los agentes
No obstante el desembarco de los fardos de hachís no se pudo llevar a efecto conforme al plan preestablecido, ya que la embarcación fue perseguida durante dos horas previas a la entrada al Puerto de Borriana por otra embarcación, cuyo patrón pretendía comprobar la carga del pesquero, por lo que uno de los procesados y el no identificado dejaron atracada la embarcación sin desembarcar los fardos de hachís y se encontraron con ambos agentes.
Asimismo, los dos agentes de la Guardia Civil realizaron numerosas maniobras tendentes a dificultar la localización exacta de la embarcación con el cargamento de hachís en Burriana por parte de otras patrullas de la Guardia Civil, que habían sido alertadas de la entrada de la nave a Puerto, localizándose finalmente la embarcación sobre las 02.41 horas con todos los fardos de hachís en su cubierta.
Los 70 fardos de hachís arrojaron un peso de 2.020 kilos, con un principio activo del 13,5 por ciento, teniendo el total de la sustancia un valor en el mercado ilícito de 3.324.756,1 euros.