Normas contra los agitadores, lenguaje inclusivo y voto telemático en el Congreso

El Congreso se moderniza: adiós al lenguaje excluyente y tolerancia cero con los agitadores

El Reglamento del Congreso, el documento que regula su funcionamiento interno, ha sido objeto de una profunda transformación. Con 177 votos a favor y 171 en contra, la mayoría que apoyó la investidura de Pedro Sánchez —PSOE, Sumar, ERC, Junts, Bildu, PNV, Podemos y BNG— ha aprobado una serie de cambios con tres objetivos clave: incorporar lenguaje inclusivo, facilitar el voto a distancia en más supuestos y permitir la expulsión de personas que boicoteen las ruedas de prensa desde dentro del Congreso.

La reforma ha sido rechazada por el PP, UPN y la ultraderecha, que critican especialmente las medidas contra los llamados agitadores ultra.

Uso de lenguaje inclusivo: adiós al masculino genérico

Una de las modificaciones más simbólicas es la revisión del texto parlamentario para adoptar un lenguaje inclusivo, dejando atrás el uso tradicional del masculino como forma genérica.

Desde ahora, el Reglamento se refiere, por ejemplo, a «diputados y diputadas«, «presidente o presidenta del Congreso«, o «miembros de la Cámara«. También se utilizan expresiones neutras como «la presidencia» o «la secretaría» en lugar de mencionar explícitamente géneros.

Este cambio fue promovido por PSOE y Sumar, quienes defendieron que el lenguaje moldea la realidad social y que esta adaptación contribuye a una mayor igualdad de género en las instituciones.

Ejemplo concreto del cambio:
Donde antes se decía “nombrará en su seno uno o varios ponentes”, ahora el texto indica “nombrará en su seno una ponencia integrada por una o varias personas”.

Se elimina “Congreso de los Diputados”: ahora simplemente “Congreso”

Otro ajuste destacado es el uso del término «Congreso» sin el añadido «de los Diputados». Esta modificación se extiende a todo el documento, aunque no supone un cambio legal en el nombre oficial, ya que este está recogido en la Constitución Española (artículo 66).

Para una modificación formal del nombre se requeriría una reforma constitucional cualificada, que implicaría una mayoría reforzada en ambas cámaras y la posibilidad de convocatoria de referéndum.

Expulsión de agitadores: reglas claras para proteger el trabajo periodístico

Ante el creciente fenómeno de personas acreditadas como periodistas que interfieren en las ruedas de prensa, el Congreso ha introducido por primera vez un régimen de infracciones y sanciones para garantizar la convivencia y la libertad de información en sus instalaciones.

Estas son algunas de las conductas sancionables:

  • Infracciones graves:

    • Grabar sin autorización.

    • Acceder a espacios restringidos.

    • Interrumpir ruedas de prensa.

    • Difundir imágenes fuera de la normativa.
      Sanción: suspensión de credencial de 10 días a 3 meses.

  • Infracciones muy graves:

    • Faltas de respeto, insultos o ataques a la dignidad.
      Sanción: suspensión de 3 meses a 5 años, o retirada definitiva de la acreditación.

La medida responde a reiteradas quejas de asociaciones de periodistas, que habían denunciado acoso verbal, descalificaciones y señalamientos en el ejercicio de su trabajo.

Voto telemático: nuevos supuestos que amplían el derecho a votar a distancia

El nuevo reglamento también extiende los casos en los que se permite el voto telemático a situaciones más allá de la enfermedad personal, el embarazo o los viajes internacionales. Ahora se incluyen:

  • Adopciones, acogimientos o guarda con fines de adopción.

  • Tratamientos de reproducción asistida.

  • Atención por enfermedad o accidente de familiares hasta segundo grado o personas dependientes.

  • Cuidado de cónyuge, pareja de hecho o dependientes.

  • Fallecimiento de personas cercanas.

  • Participación en actos internacionales en España.

PP y Vox propusieron restricciones más severas o cambios alternativos, como permitir el voto telemático por matrimonio o mudanza, pero sus enmiendas fueron rechazadas.

Una reforma polémica pero decisiva

Esta revisión del Reglamento supone una de las mayores actualizaciones normativas del Congreso en años recientes. Si bien ha contado con el apoyo de la mayoría progresista, ha generado tensión con los grupos conservadores y abre un nuevo escenario en el funcionamiento interno de la Cámara Baja, con reglas más inclusivas, adaptadas a nuevas realidades y con mayores garantías para la libertad de prensa.