Muere Mijaíl Gorbachov a los 91 años, el padre de la perestroika
El último presidente de la Unión Soviética, Mijaíl Gorbachov , ha fallecido este martes a los 91 años, según han informado medios rusos.
Hacía años que vivía alejado del foco mediático a causa de los problemas de salud. «Esta tarde, después de una larga y grave enfermedad, ha fallecido Mijaíl Gorbachov», han asegurado fuentes del Hospital Clínic Central a la agencia RIA Nóvosti.
Gorbachov será enterrado en el cementerio Novodevichy de Moscú, donde se encuentran enterrados destacados personajes de la historia rusa y donde también está la tumba de su esposa, Raiza Gorbachova.
Hombre clave en el fin de la Guerra Fría
Con Gorbachov en el poder, la Unión Soviética comenzó la era de la reestructuración, la «perestroika» , y la era de la transparencia, la «glasnost» . Nunca ningún presidente de la URSS había ido a la calle a hablar con la gente. Los ciudadanos soviéticos nunca habían expresado libremente sus anhelos.
Convencido de que se podía superar la división este-oeste y llegar a un ciclo de estabilidad en el planeta, Gorbachov fue incapaz de reconciliar a las dos almas del país y pronto quedó atrapado. Tuvo la oposición desde ambos lados.
Por un lado, los inmovilistas: en 1992 fue víctima de un golpe de estado. Y, por otra, los reformistas radicales: Boris Yeltsin le humilla en público, obligándole a leer un decreto que prohibía el comunismo en Rusia. Aquel papel fue el epitafio de la URSS, de la bandera roja con la hoz y el martillo y, también, de la vida política de Gorbachov.
Un héroe de la retirada
Gorbachov pertenece a la categoría de héroes que no simbolizan la victoria o la conquista, sino lo contrario. Este héroe de la retirada, según la definición de Hans Magnus Enzensberger, demostró que, en ocasiones, el abandono es sinónimo de progreso. Era inevitable, pues, que acabara siendo el último presidente de la Unión Soviética.
Fue recompensado con el Premio Nobel de la Paz y su presencia dio prestigio a los foros internacionales ya los medios que le entrevistaban. Pero pronto dejó de tener cosas que decir en el nuevo orden internacional. Un par de anuncios en televisión, de pizzas, le ayudaron a salir adelante económicamente. Habrá que esperar a ver el rol que le atribuirá la historia. Liquidó el comunismo pero fracasó en su deseo más íntimo: renovar el socialismo.