Muere la cantante irlandesa Sinead O'Connor a los 56 años

Muere a los 56 años la cantante irlandesa Sinead O’Connor, la voz de «Nothing compares 2 U»

La cantaautora Sinéad O’Connor ha fallecido este miércoles, a los 56 años. La propia familia del artista lo ha comunicado a la RTE, la televisión pública irlandesa.

O’Connor alcanzó la fama mundial gracias a la canción «Nothing compares 2 U», un original poco conocido de Prince que versionó en 1990 y que fue reconocido como single del año por la revista «Billboard».

Intérprete de un éxito universal

Nacida Sinéad Marie Bernadette O’Connor el 8 de diciembre de 1966 en Glenageary, en el condado de Dublín, debutó con el álbum «The lion and the cobra» en 1987.

Aunque el disco recibió buenas críticas, O’Connor no triunfó internacionalmente hasta el segundo disco, «I do not have what I haven’t got» (1990), que vendió siete millones de copias. El tono desesperado de «Nothing compares 2 U», elevado por la voz luminosa de la irlandesa, abrumó el mundo de la música.

Una personalidad marcada por el activismo y la polémica

O’Connor fue conocida por su actitud contestataria y políticamente comprometida , que solía asociarse a la imagen radical que ofrecía con la cabeza siempre rapada.

En 1992 protagonizó uno de los hechos más polémicos de la historia de la televisión, al romper una fotografía del papa Juan Pablo II en el programa «Saturday Night Live» en horario de máxima audiencia.

El acto pretendía ser una protesta contra los abusos infantiles en la Iglesia Católica, con lo que O’Connor se adelantó públicamente varias décadas a un problema visto hoy de máxima actualidad. Sin embargo, la cantante recibió críticas feroces y su carrera como superestrella pop quedó ligeramente truncada.

La persona pública de Sinéad O’Connor siempre se recordará asociada al activismo en todo tipo de causas políticas y sociales: en la lucha contra la homofobia, el racismo o el abuso infantil, y a favor de la unidad de Irlanda o de la liberación de Palestina. En el plano religioso, practicó el budismo, el Islam y también el catolocismo: se ordenó sacerdotisa de la Iglesia Tridentina Latina, una secta no reconocida por el Vaticano.