Metallica: los dioses incombustibles del metal regresan a España
Metallica, uno de los grupos de heavy-metal más importantes de la historia, regresan a España con dos conciertos multitudinarios en Madrid y Barcelona el domingo 5, en el Estadi Olimpic dentro de la gira ‘Worldwired Tour‘.
Con casi 40 años de trayectoria, cerca de cien millones de discos vendidos en todo el mundo y con sus integrantes superando ampliamente la cincuentena, Metallica sigue levantando una enorme expectación con cada uno de sus movimientos.
De hecho, la cita de Madrid, con 68.000 entradas vendidas y agotadas en pocas semanas, supone el récord de asistencia a un concierto de la banda californiana en nuestro país desde su primera visita, allá por enero de 1987, durante la gira de presentación del mítico Master of puppets.
Con Ghost y Bokassa como teloneros, la gira continuará hasta el 11 de junio por otras plazas europeas como Milán, Zúrich, París, Meath (Irlanda) y Ámsterdam.
El idilio de Metallica con sus fans españoles es intenso, con una treintena de conciertos por nuestra geografía, donde sus giras han hecho escala con cierta regularidad.
La misma que les ha faltado en algunas de sus últimas entregas discográficas, aunque las críticas coinciden en ensalzar el regreso a sus orígenes en su último disco, Hardwired… To Self-Destruct, del que en esta segunda parte de la gira sobreviven en su repertorio algunos temas, junto a clásicos indispensables como «For whom the bell tolls», «One», «Enter sandman» o «Nothing else matters».
Ascenso y éxito mundial
Metallica nació en Los Ángeles en 1981, fruto de la colaboración entre el batería Lars Ullrich y el guitarrista James Hetfield, a quienes pronto se unieron el bajista Cliff Burton y el guitarrista Dave Mustaine.
La expulsión de Mustaine, quien de inmediato formaría la banda Megadeth, y su sustitución por Kirk Hammeth conformarían la alineación clásica del cuarteto, que en los años 80 fue abriéndose hueco entre las bandas de heavy metal del momento con discos ya míticos como Kill’ Em All (1983), Ride the Lightning (1984), Master of Puppets (1986) o ...And Justice for All (1988).
Pero en 1986 la banda sufrió un duro golpe que estuvo a punto de dar al traste con su trayectoria: el fallecimiento de su bajista, Cliff Burton, cuando el autobús en el que viajaba el grupo sufrió un accidente de tráfico en Ljungby, Suecia.
Metallica, en medio de su primera gira europea, sintió el impulso de dejarlo pero fueron los familiares de Burton quienes les impulsaron a seguir.
Jason Newsten se haría cargo de las cuatro cuerdas hasta 2001, cuando fue reemplazado por el bajista actual, Robert Trujillo.
Tras el multitudinario éxito de Metallica (1991) -conocido por los fans como el ‘álbum negro’-, la banda californiana entró en su etapa más irregular, con discos en los que fue perdiendo su espíritu original como Load (1996), ReLoad (1997) o, sobre todo, St. Anger (2003).
Una tendencia que parecen haber invertido en la última década, con producciones como Death Magnetic (2008) y, especialmente, con el citado Hardwired…To Self-Destruct, que han logrado un visto bueno unánime de crítica y fans.
Un directo espectacular
El punto fuerte de Metallica sigue siendo, sin embargo, el directo, donde su apabullante muro de sonido y un repertorio imbatible se ven reforzados por espectaculares efectos escénicos que se han convertido en algo habitual en sus últimas giras.
Pero parece que en este caso, la banda estadounidense va un paso más allá y, aprovechando la amplitud de espacio que les ofrecen los recintos abiertos, cuenta con un novedoso escenario con cinco gigantescas pantallas que proyectarán imágenes alusivas a los temas que interpreten.