Los juzgados abren después de dos meses en servicios mínimos y rozan el colapso

Los juzgados abren después de dos meses en servicios mínimos y rozan el colapso

Los juzgados de Barcelona han vuelto a la actividad este jueves tras dos meses y medio bajo mínimos. El ritmo, sin embargo, no es el de antes del confinamiento por coronavirus porque deben limitar los aforos, garantizar las distancias y la desinfección.

Hasta el martes no se reincorporarán el 100% de la plantilla.

Se deberán reprogramar miles de juicios suspendidos y añadir los casos derivados del Covid-19 en unas agendas que ya estaban sobrecargadas.

En la apertura de la Ciudad de la Justicia, ha habido largas colas a la entrada por trámites que durante 11 semanas no se han podido hacer.

Enric Berenguer, abogado: «Tengo dos juicios señalados, estaba previsto que se tenían que hacer presencialmente.»

Josep Cifre: «Debía comenzar el juicio antes de la Covid y quedó anulado».

Anna Tarragó, procuradora: «Hoy se levantan los plazos y vengo a presentar escritos y a hacer gestiones».

Desde hoy, todos los juzgados de Catalunya tratan asuntos ordinarios, como el de Reus.

Tomás Santiago: «He venido antes pensando que habría cola o acumulación y me han dicho que tengo que venir a la hora exacta».

Para poder acceder a los edificios judiciales hay que ir con mascarilla y llevar una justificación.

José Antonio Romero: «Resulta que venimos aquí y nos dicen que no, que tengo que tener una cita previa».

Dentro de la Ciudad de la Justicia, en Barcelona, hay líneas en el suelo que marcan el límite para acercarse a los mostradores. Para algunos, es insuficiente para garantizar la seguridad higiénica.

Sonia Gutiérrez, magistrada del juzgado penal número 16 de Barcelona: «A los agentes judiciales no les han puesto mamparas. Realmente, las medidas de seguridad son muy escasas. Y esto es la ciudad judicial, que es la joya de corona de la justicia en Catalunya. No me quiero imaginar a los pueblos como deben estar organizándose».

Las salas de juicios hay que desinfectarlas cada vez que se usan. Pero siempre surgen imprevistos.

«A la abogada la hemos llamado ahora y dice que viene con retraso de 15 minutos, con lo cual se me juntan los dos juicios».

Para impedir aglomeraciones de gente, ahora sólo se podrán hacer la mitad de juicios al día.

José Tomás Salàs, magistrado del juzgado penal número 2 de Barcelona: «La idea que tenemos es protegernos a nosotros mismos y proteger a la gente cuando venga a la ciudad judicial. Que, efectivamente, sea un espacio seguro».

El colapso de los juzgados que se prevé afectará a todos los ámbitos, en especial los sociales, que llevan asuntos laborales.

Si ahora mismo un juzgado de estos señalara todos los casos pendientes tendría la agenda llena hasta enero del año que viene. A esto hay que sumar los casos nuevos por la pandemia del coronavirus.

Durante el confinamiento, los juzgados sólo han funcionado para casos urgentes e improrrogables y se han dejado de hacer cerca de 75.000 juicios. Y hay 145.000 resoluciones pendientes.

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