El juez Llarena cree que podría haberse detenido a Puigdemont y pide investigar la huida
El juez Pablo Llarena considera que los Mossos no hicieron lo suficiente para detener a Carles Puigdemont durante su aparición en Barcelona, en agosto, y ve posibles delitos que quiere que los juzgados de Barcelona investiguen.
El magistrado dice que, en el informe policial, los Mossos explican la dificultad para detener a Puigdemont en medio de la aglomeración que le esperaba y la colaboración de tres agentes, pero cree que no dan suficientes explicaciones sobre por qué no pudieron arrestar al expresidente antes de llegar al acto en el paseo Lluís Companys ni tampoco una vez acabó la intervención.
«Los informes no reflejan impedimentos para que el dispositivo policial pudiera abordar la detección del procesado rebelde en el tráfico hasta el lugar donde se unió a la aglomeración de personas que le esperaban, ni la imposibilidad de abordar con efectividad su posterior seguimiento y detención».
En el escrito, de sólo dos páginas, el juez traspasa el caso al juzgado de instrucción, al considerar que en la huida de Puigdemont participaron otras personas implicadas y este hecho es lo que Llarena quiere que se investigue, por dejadez de funciones y encubrimiento.
En concreto, Llarena indica que el contenido de los informes «impide excluir la participación de otros responsables no aparentes en los delitos previstos en los artículos 408 y 415.3rb del Código Penal», que se refieren a la omisión del deber de perseguir delitos por parte de funcionarios y al encubrimiento o colaboración en la fuga del responsable de un delito.
¿Qué decía el informe de los Mossos remitido al Supremo?
En el informe que los Mossos enviaron a Llarena, el cuerpo hizo autocrítica y admitió que no había previsto la huida de Puigdemont y que su dron perdió la pista al expresidente porque creían que iría al Parlament.
El documento recogía que un único mozo de paisano observó cómo Puigdemont se marchaba y cómo, al darse cuenta, empezó a correr detrás del coche para atraparlos, pero los acabó perdiendo porque el semáforo de vehículos se puso en verde a la altura de la calle Ramon Trias Fargas con el paseo de Circunvalació.
En un inicio, el agente intentó comunicar los hechos a través de la emisora, pero el colapso de los canales de comunicación se lo impidió y tuvo que llamar por teléfono a su superior. Los Mossos, mientras, seguían pensando que Puigdemont avanzaba en comitiva hacia el Parlament, según constaba en el informe.
La huida de Puigdemont ante los ojos de todos puso en el foco de la polémica a los Mossos ya la conselleria que entonces pilotaba Joan Ignasi Elena.
La fiscalía se opone a las querellas de Vox y Hazte Oír
También sobre la fuga de Carles Puigdemont, este jueves la Fiscalía Superior de Catalunya se ha opuesto a la admisión a trámite por parte del Tribunal Superior de Justicia de Catalunya de tres querellas de los ultraderechistas Vox y Hazte Oír contra el exconseller de Interior Joan Ignasi Elena y el presidente del Parlament, Josep Rull.
Se refiere al informe de los Mossos sobre el operativo y considera que no se puede concluir que haya ninguna intención de Elena de permitir la fuga de Puigdemont, aunque el dispositivo «puede ser criticado e incluso censurado» como hacen los querellantes.
Sobre Rull, ve «de escasa relevancia» que encabezara la comitiva de cargos públicos que se dirigieron al Parlament, momento que aprovechó Puigdemont para huir, y niega que entorpeciera la actuación policial.
Las querellas también se dirigían contra Pere Aragonès, Eduard Sallent, Pere Ferrer y Gonzalo Boye, pero ninguno de ellos es aforado.