Jaume Asens exige disculpas a Felipe VI por el gesto de la espada de Simón Bolívar

Unidas Podemos exige disculpas a Felipe VI por el gesto de la espada de Simón Bolívar


Iglesias: "Felipe VI ha querido humillar la dignidad democrática de España y el honor de las naciones latinoamericanas"

Iglesias: «Felipe VI ha querido humillar la dignidad democrática de España y el honor de las naciones latinoamericanas»

 


El presidente del grupo parlamentario de Unidas Podemos (UP) en el Congreso, Jaume Asens, ha exigido disculpas a Felipe VI por no levantarse ante el paso de la espada de Simón Bolívar en la toma de posesión del presidente de Colombia, Gustavo Petro, y ha dicho que ese gesto compromete diplomáticamente a España, y le sitúa como el rey de la derecha y la extrema derecha.

En una entrevista de RNE, ha asegurado que la actitud del jefe de Estado al paso de la espada supone una falta de respeto y falta de cortesía que compromete diplomáticamente a España.

«Estaría bien que pidiera disculpas, pero sobre todo estaría bien que pidiera disculpas en nombre de España por lo que sucedió en América Latina».

Asens se ha preguntado cómo hubiese actuado si se hubiese tratado de un acto protocolario de una dictadura de Oriente Medio o si Petro hubiese sido un presidente de derechas.

En ese sentido, Unidas Podemos ha enviado una carta al ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, para que aclare si la decisión de Felipe VI fue de la Casa Real o si tenía el aval del Gobierno, un punto que considera razonable aclarar.

A su juicio, el hecho de que tanto Vox como el PP hayan salido en defensa del monarca pone en evidencia que no es el Rey de todos, es el Rey básicamente de la derecha y de la extrema derecha.

Asens ha criticado que no es la primera vez que pasa algo así y que se perdió una oportunidad para enmendar lo que ha descrito como errores del pasado y para realizar un acto de hermandad con los países latinoamericanos para reforzar lazos.

Considera que el hecho de no haberse levantado a la entrada de la espalda fue un gesto feo e irreverente y más propio de un conquistador que de un jefe de Estado de un país democrático y respetuoso con sus socios internacionales.