Las autoridades de EEUU identifican al atacante del tiroteo de Texas como presunto simpatizante neonazi
Las autoridades estadounidenses han identificado al atacante del tiroteo de Texas, que mató a nueve personas en el centro comercial Allen Premium Outlets. El hombre de 33 años y de nombre Mauricio García, era un presunto simpatizante neonazi.
El atacante tenía varias cuentas en redes sociales y parecía sentirse atraído por el contenido neonazi y supremacista blanco, mientras que tenía un parche en el pecho con las iniciales de un supuesto grupo nazi, pero los funcionarios han remarcado que es demasiado temprano para concluir que esta es la causa del ataque.
García abrió fuego este sábado contra varias personas en un centro comercial en el pequeño suburbio de Allen, antes de ser abatido por un agente de Policía. En el ataque mató a nueve personas e hirió a otras siete, incluidos menores.
La vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, que ha transmitido sus condolencias a las familias de las víctimas, ha remarcado que la administración Biden «seguirá apoyando a las fuerzas del orden federales, estatales y locales en sus investigaciones».
«Ayer, Allen, Texas, fue sacudida por un tiroteo masivo sin sentido en un centro comercial, una de las demasiadas comunidades afectadas por la violencia armada».
Harris ha lamentado que no se tomen medidas prácticas, a pesar de que se conocen las soluciones y el pueblo estadounidense las apoyaría sin división, según ha afirmado.
«Aunque es mucho lo que aún no sabemos sobre este ataque, esto es lo que sí sabemos: todos los estadounidenses merecen estar a salvo de la violencia armada. Pero no lo están».
Horas antes, el presidente Joe Biden, ordenó que las banderas de todo el país ondeen a media asta el próximo 11 de mayo en homenaje a los fallecidos en el tiroteo.
Biden recordó que el atacante, vestido con ropa táctica y armado con un fusil tipo AR-15 disparó contra gente inocente en un centro comercial.
«Este ataque es demasiado impactante para ser tan familiar y sin embargo las comunidades estadounidenses han sufrido ya unos 200 tiroteos en lo que va de año».