Francia presenta la polémica ley contra el islamismo
El primer ministro francés, Jean Castex

Francia presenta la polémica ley contra el islamismo

Reforzar el control de la financiación de las asociaciones religiosas, evitar el adoctrinamiento de los menores y castigar las campañas de odio en las redes.

Son los principales objetivos de la nueva ley francesa contra el «separatismo» islamista.

El gobierno francés presentó ayer en el Consejo de Ministros este polémico texto con el que pretende combatir el fundamentalismo islámico.

El primer ministro, Jean Castex, aseguró que esta legislación servirá para reforzar la lucha contra la «ideología perniciosa» del «islamismo radical».

Después de que esta medida fuera anunciada en octubre por el presidente, Emmanuel Macron, en medio de una nueva serie de atentados yihadistas y de una ola de rabia en países musulmanes contra Francia, el ejecutivo rebautizarla con un nombre bien neutro:

«proyecto de ley para reforzar los principios republicanos». De hecho, el texto no hace prácticamente ninguna referencia explícita al «fundamentalismo islámico».

«Este proyecto de ley no es un texto contra las religiones ni contra la religión musulmana en particular», defendió Castex.

El jefe del Ejecutivo mantuvo que con esta medida quieren combatir prácticas como por ejemplo que los menores «dejen de ir a la escuela para recibir una educación comunitarista» en colegios clandestinos islámicos, las «asociaciones deportivas en que se hacen actos de proselitismo religioso «o» asociaciones culturales que convierten plataformas de influencia extranjera».

En concreto, el proyecto de ley limita a casos muy aislados la escolarización a domicilio. Hasta ahora unos 62.000 niños franceses eran educados de esta manera, pero sólo 5.000 lo hacían por convicciones relacionadas con la religión musulmana.

También aumentará el control sobre el funcionamiento y la financiación de las asociaciones religiosas, que se verán obligadas a firmar un contrato de «compromiso con los valores de la República».

Además, dará más poder a los prefectos (delegados del gobierno) para intervenir en la gestión de gobiernos municipales en caso de que observen «carencias republicanas»; por ejemplo, con el establecimiento de horarios no mixtos en piscinas locales.

También creará un nuevo «delito de presión separatista» islámica. Así, se sancionarán las amenazas y la difusión de informaciones personales o familiares de una persona.

Un dispositivo incorporado al texto en respuesta a la decapitación del maestro Samuel Paty, que fue víctima de una campaña de odio en internet antes de ser asesinado por haber mostrado en un aula las caricaturas de Mahoma.

Si bien la ley no incorpora ninguna medida desfasada, esta modifica numerosos pilares de la legislación francesa, como la histórica ley de 1905 sobre la laicidad, que ayer hacía 115 años que se aprobó.

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