Escrivá quiere que los trabajadores se jubilen más tarde

Escrivá quiere que los trabajadores se jubilen más tarde

El Gobierno busca retrasar las jubilaciones voluntarias. Para ello plantea dos vías: penalizar la jubilación anticipada para las rentas altas y bonificar los que decidan retrasar la jubilación.

Esto supondría un importante ahorro para el sistema de pensiones ya que los trabajadores tardarían más en convertirse en pensionistas y estarían más años cotizando.

El ministro de Inclusión y Seguridad Social, José Luis Escrivá, lo explicó en una comparecencia en el Congreso, a petición propia, ante la comisión de seguimiento del Pacto de Toledo, que estudia la reforma de las pensiones.

La edad real de jubilación en España se sitúa casi en los 64,6 años y la legal en los 65,8, en línea con los países del entorno.

Según el ministro, retrasando la jubilación, todo el mundo ganaría: se genera más pensión al afectado, es un ahorro para el sistema y también es un ahorro para el empresario, por la reducción de cotizaciones.

Ahora, la bonificación por la demora en la edad de jubilación es del 3,2% y Escrivá se ha mostrado sorprendido porque hay jubilaciones justo un mes antes de cumplir los 67 años, lo que impide recibir un 2% adicional de pensión.

También ha alertado sobre la tendencia creciente a las jubilaciones anticipadas y que los autónomos coticen el mínimo.

Planes de pensiones colectivos

El ministro también propone que las empresas impulsen planes de pensiones colectivos para sus trabajadores.

Lo contrapone a los planes individuales, que benefician a las rentas más altas. Con datos del AIReF, explicó que las rentas más altas acumulan casi el 70% de beneficio fiscal (1.100 millones de euros).

Escrivá cree que «no cumplen con su principal objetivo de incentivar el ahorro, son muy regresivos y son un producto financiero muy caro, con una muy escasa participación de jóvenes».

Reorganizar la Seguridad Social

Según el ministro, sus planteamientos van más allá de la crisis que pueda haber por la Covid, ya que el impacto en las cuentas de la Seguridad Social es de naturaleza «genuinamente transitoria».

Sin embargo, la caída de los ingresos empeora la previsión del déficit de la Seguridad Social hasta el 2% del PIB este año, siete décimas más que el año pasado, y al 1,4% del PIB hasta 2023 si no se implantan medidas, como eliminar gastos impropios.

Escrivá quiere que los trabajadores se jubilen más tarde