El TSJC admite a trámite la denuncia contra la ampliación de la Sagrada Familia

El TSJC admite a trámite la denuncia contra la ampliación de la Sagrada Familia

El Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) ha admitido a trámite un recurso contra el Plan Especial de la Sagrada Familia que podría implicar la parada de las obras de ampliación.

La justicia tendrá que determinar si el templo puede levantar un puente por encima de la calle Mallorca que continúe en forma de escalinata donde actualmente hay un edificio de viviendas construido en 1975 por Núñez y Navarro, para llegar hasta la calle Aragó.

Este es el punto más polémico de las obras de ampliación, puesto que implica la expropiación de los vecinos afectados.

El debate aún va más allá:

La justicia tendrá que determinar si las obras de la Sagrada Familia son o no de Antonio Gaudí.

A las alegaciones presentadas en el Ayuntamiento, el abogado de los vecinos, Ramon García Bragado, reconocía que «la fachada del Nacimiento y la cripta sí que responden de manera indiscutible al proyecto de Antonio Gaudí», que está declarado Patrimonio Mundial de la Unesco, pero advertía que el resto no es nada más que «un edificio anexo».

Este punto es clave, puesto que, si se considera que el resto del edificio de la Sagrada Familia no está protegido, la gran ampliación prevista no se podrá llevar a cabo

En 1975 la Sagrada Familia solicitó al Ayuntamiento de Barcelona que retirara la licencia de obras de los edificios afectados.  El ayuntamiento interrumpió las obras y consultó al Ministerio de Educación y Ciencia si podía parar las obras de una empresa privada por la ampliación de la obra de Gaudí.

El ministerio dijo que las obras podían continuar porque el proyecto de la escalinata no pertenecía a Gaudí, sino, en todo caso, a sus discípulos.

Durante la convocatoria pública que se hace tradicionalmente los días antes de la Mercè para explicar el estado de las obras, el presidente de la Fundación de la Junta Constructora del Templo Expiatorio de la Sagrada Familia, Esteve Camps, ha mostrado su «respeto» por las decisiones y la tramitación judicial y no ha querido avanzar la argumentación que usará el patronato para defender su proyecto.

«La discrepancia forma parte de la vida democrática», ha asegurado Camps, que también ha dicho que acatarán el dictamen judicial, a pesar de que ha apuntado que se reservan la posibilidad de presentar recurso si lo consideran «injusto».

Continúan adelante

Mientras tanto, los responsables de la obra continúan adelante con el proyecto.

Camps ha anunciado que pasadas las fiestas de la Mercè empezarán a buscar fecha con el Ayuntamiento de Barcelona y con los vecinos para poner en marcha las negociaciones sobre la construcción de la plaza estrellada y el puente.

Con el planeamiento actual en la mano, esta parte de la obra amenaza con demoler unas 400 viviendas (la afectación máxima podría llegar a los 1.000 pisos y locales comerciales), y afectar a unos 3.000 vecinos.

Camps ha explicado que a finales del último mandato de Xavier Trias en el Ayuntamiento el gobierno municipal ya planteó a los responsables de la Fundación «la posibilidad» de encoger las dimensiones de este voladizo para disminuir la afectación.

Según Camps, el arquitecto de las obras, Jordi Faulí, aceptó «muy generosamente» reducir las proporciones del voladizo «medio metro por cada lado».

En este contexto, la Fundación dispondría de un documento anterior a 1906 en que se señalaría también el punto donde tenía que ir el voladizo. Según Camps, si el ministerio de Educación y Ciencia dijo en 1975 que no era idea de Gaudí, era «porque quizás desconocía estos documentos».

Otra de las evidencias que los responsables del templo expiatorio continúan con sus planes para salir adelante el voladizo es que ya se ha empezado la construcción de los sótanos que irían bajo la planta del templo y, por lo tanto, por encima del nivel de la calle Mallorca, y que la previsión es afrontar también la construcción de los apoyos para el voladizo, que cuando vayan avanzando llegarán a invadir parte de la acera de la calle Mallorca, siempre por encima de la altura donde circulan los peatones.

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