El Supremo tumba el tercer grado de los líderes independentistas

El Supremo tumba el tercer grado de los líderes independentistas

El Tribunal Supremo ha tumbado el tercer grado a todos los condenados por el Procés.  El tribunal considera que el tercer grado es «prematuro».

La decisión afecta especialmente a la ex presidenta del Parlament Carmen Forcadell y la exconsellera Dolors Bassa, que mantenían el tercer grado a la espera de la decisión final del Supremo, mientras que los siete presos de Lledoners ya lo tenían suspendido cautelarmente y ahora lo tienen anulado por completo.

Los magistrados también les deniegan la aplicación del artículo 100.2, que les permitía salir algunos días a pesar de estar en segundo grado, por su «falta de conexión con un proceso de reinserción».

Retorno a la cárcel

Hasta esta decisión del Supremo, Forcadell y Bassa mantenían el tercer grado e iban a la prisión a dormir cuatro días a la semana. No es el caso de los presos de Lledoners. A petición de la Fiscalía, la justicia ya les suspendió el tercer grado a finales de julio. Desde entonces, prácticamente no han podido salir del centro penitenciario. Sin embargo, las juntas de tratamiento de las prisiones tienen que volver a revisar la clasificación el próximo mes y podrían proponer, de nuevo, el tercer grado.

Este régimen permite a quien lo obtiene estar en el centro penitenciario sólo para dormir entre semana y pasar los fines de semana fuera de la prisión, mientras que el segundo grado, al que se puede acceder cuando se ha cumplido una cuarta parte de la condena, restringe el número de días de libertad vigilada a 36 al año.

Tres meses para decidir

A principios de año, los presos comenzaron a disfrutar uno a uno del artículo 100.2 del régimen penitenciario, que les permitía salir unas 12 horas al día para ir a trabajar, pero a mediados de mayo un juez de vigilancia penitenciaria de Lleida abrió la puerta a la revisión de esta concesión.

A principios de julio, las juntas de tratamiento de las prisiones donde se encuentran recluidos los líderes del Procés propusieron que se concediera el tercer grado a todos los presos independentistas, una medida que se les otorgó. El 23 de julio el alto tribunal suspendió el 100.2 a Forcadell y a finales del mismo mes, la Fiscalía solicitó la suspensión de todos los concedidos.

Dos juzgados de vigilancia penitenciaria harían efectiva esta solicitud del tercer grado contra Oriol Junqueras, Raül Romeva, Joaquim Forn, Jordi Sánchez y Jordi Cuixart, primero, y contra Josep Rull y Jordi Turull después, mientras que otro magistrado lo mantenía para Forcadell y Bassa.

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