El Real Madrid arrolla al Khimki con un histórico Felipe Reyes
El Real Madrid se aseguró este jueves la ventaja de campo para los cruces de cuartos de final de la Euroliga al lograr una cómoda victoria a domicilio ante un flojo Khimki (75-100) con un Felipe Reyes de récord.
A falta de poco más de un minuto para el final del primer cuarto saltó al campo el veterano capitán blanco, que alcanzó a su compatriota Juan Carlos Navarro como jugador con más partidos en la historia de la Euroliga, con 341 actuaciones.
Un mes después de caer en Moscú ante el CSKA, el equipo de Pablo Laso logró en las afueras de la capital rusa una auténtica victoria de equipo que le garantiza acabar entre los cuatro primeros y el factor cancha en los playoffs.
Sin grandes alardes, el campeón de Europa se marchó en el marcador antes del descanso y arrollo a su rival en la segunda mitad con un inconmensurable Fabian Causeur, máximo anotador del partido con 22 puntos y cuatro triples, bien escoltado con un 5 de ocho en triples de un rejuvenecido Rudy Fernández.
El equipo blanco confirmó la mejoría mostrada hace una semana ante el Fenberbahce en Madrid y, de paso, rompió su mala racha fuera de casa.
Pablo Laso recuperaba al estadounidense Trey Thompkins y solo echó de menos a Anthony Randolph en los primeros minutos, el tiempo que le duró el gas a un mermado Shved, aún no recuperado tras perderse muchos partidos por la fractura en un dedo.
El Khimki empezó ametrallando la defensa blanca desde la línea de tres, aunque los rusos sólo anotaron tres triples de nueve intentos en los primeros minutos.
Alexey Shved centraba casi toda la atención de los visitantes, lo que no le impidió anotar dos triples, uno de ellos espectacular.
También salió enchufado Jaycee Carroll con dos canastas en los primeros minutos, una de dos y otra de tres, aunque el campeón de Europa sólo mantenía el tipo desde el tiro libre.
Pero la presión defensiva del Khimki era asfixiante. El equipo dirigido por Laso cometía demasiados errores no forzados.
Los seis robos del Khimki eran un quebradero de cabeza para el Madrid. Sergio Llull tampoco estaba acertado. Por suerte, el equipo dominaba el rebote ofensivo.
El primer cuarto terminó con ventaja madridista (22-24) con un triple de Stefan Markovic que encontró rápida respuesta en la muñeca de Rudy Fernández.
Curiosamente, el Madrid tomó su mayor ventaja desde la línea de tres (29-36). Rudy anotó tres de cuatro y Causeur puso la puntilla antes de un nuevo tiempo muerto del técnico local, el lituano Rimas Kurtinaitis.
La entrada del Facundo Campazzo fue fundamental. Fue salir el revulsivo argentino mediado el cuarto y el equipo cogió su máxima ventaja en el marcador (33-43).
El Madrid seguía dominando la zona con 21 rebotes por sólo 6 de los rusos, pero Laso le dio una buena reprimenda a los suyos por perder nueve balones.
Pese a todo, el equipo español se fue al descanso con una ventaja casi insalvable para los rusos (38-51) gracias a varias jugadas de raza de Campazzo, incluida un magnífica canasta a tablero décimas antes del bocinazo que mandaba a ambos equipos a los vestuarios.
Tras el descanso, el equipo local puso toda la carne en el asador, pero Llull, con un triple y una asistencia en un contraataque, sofocó el amago de rebelión.
No obstante, no todas eran buenas noticias, ya que el mexicano Gustavo Ayón tuvo que abandonar el partido tras torcerse el tobillo.
La lesión del pívot permitió la entrada de Walter Tavares, cuya envergadura frenó todas las acometidas rusas, a lo que contribuyó Causeur con dos canastas y una ventaja ya definitiva (50-70) al final del tercer cuarto.
El último acto fue un paseo para el campeón en el que Laso dio oportunidades a todos los jugadores que viajaron a Rusia, Causeur y Gabriel Deck se gustaron con varias canastas de cine, y Santi Yusta disfrutó de tres minutos de gloria.
El Real Madrid arrolla al Khimki en Moscú