La Generalitat pide la dimisión de Rubiales por el beso a Jennifer Hermoso

La Audiencia Nacional pone fecha para el juicio a Luis Rubiales por agresión sexual a Jennifer Hermoso

El magistrado de la Audiencia Nacional que lleva el caso por el beso no consentido de Luis Rubiales a Jennifer Hermoso ha comunicado que el proceso se celebrará a partir del 3 de febrero y terminará el 19 de febrero, requiriendo un total de once días para celebrar la vista.

El juez ya comunicó en mayo que enviaba al banquillo de los acusados ​​el expresidente de la Federación Española de Fútbol (RFEF). Rubiales está acusado de agresión sexual y de coacciones. Sin embargo, este último delito también cae sobre el ex seleccionador español Jorge Vilda y otros dos responsables de la RFEF, Albert Luque y Rubén Rivera, que también serán juzgados.

Cabe recordar que la Fiscalía de la Audiencia Nacional ha pedido condenar a dos años y medio de cárcel a Rubiales: un año de cárcel por agresión sexual y año y medio por coacciones en concepto de autor. El Ministerio Público, además, pide a la Audiencia Nacional que condene a año y medio de cárcel por un delito de coacciones en Vilda, Luque y Rivera.

El beso «no fue consentido»

Fue el pasado mes de enero cuando el juez de la Audiencia Nacional Francisco de Jorge propuso juzgar a Rubiales al considerar que el beso a la jugadora «no fue consentido» y que el exdirigente actuó de forma «unilateral y sorprendente». El magistrado, en concreto, aseguraba en su resolución que «las presiones a las que se sometió la jugadora crearon» en la futbolista «una situación de ansiedad e intenso estrés».

Aparte de Rubiales, el magistrado también propuso enviar al banquillo a Luque, Vilda y Rivera por las presiones posteriores a las que se sometió la jugadora para que accediera a hacer una manifestación pública afirmando que el beso había sido consentido. El juez afirmaba que existió «una acción concertada de los tres» procesados ​​acordada con Rubiales «para doblegar la voluntad de Hermoso y conseguir que accediera a grabar un vídeo donde dijera que el beso había sido consentido».