El presidente del TAD sí considera «infracción muy grave» el beso de Rubiales a Hermoso
El voto particular del presidente del Tribunal Administrativo del Deporte (TAD) cree que sí puede considerarse abuso de autoridad el beso de Rubiales a Hermoso.
Después de que el Tribunal Administrativo del Deporte haya decidido abrir expediente a Luis Rubiales sólo por «infracción grave«, se ha sabido que Francisco de Miguel Pajuelo considera que el procedimiento disciplinario sí debería haberse iniciado por una «infracción» muy grave», algo que marca la diferencia. Esto habría permitido al CSD convocar una reunión en 48 horas y someter a votación la inhabilitación de Rubiales. Ahora el gobierno ya no puede suspenderlo.
El presidente del TAE considera que el beso forzado de Rubiales en Jennifer Hermoso fue un abuso de autoridad. El tribunal, en cambio, le abre expediente por dos infracciones por «actos notorios y públicos que atentan contra la dignidad y el decoro deportivos», que califica de «graves».
¿Qué dice el TAD en la resolución?
El TAD considera que el beso de Rubiales no puede considerarse un abuso de autoridad por el tribunal, ya que esto debe tratarse por la vía penal.
En cambio, según el voto particular, el presidente del TAE sí considera que la ley permita abrir expediente por abuso a la autoridad.
«Tanto la ley del Deporte como, entre otras, la Ley 19/2013, de 9 de diciembre, de transparencia, acceso a la información pública y buen gobierno (artículo 29), contienen como tipo infractor el abuso de autoridad con carácter genérico, sin que a mi juicio debamos considerar que cualquier abuso de autoridad, si tiene contenido sexual, deba incardinarse necesariamente en el tipo penal citado».
Francisco de Miguel Pajuelo considera, además, que la ley también recoge que si una falta contra el «decoro deportivo» la comete un presidente, sí debe ser considerada una infracción muy grave.
Además, apunta que el abuso de autoridad también podría venir de la posible utilización de medios federativos para encubrir, mitigar, o blanquear conductas de Rubiales, y más si Hermoso, como admitió, fue presionada.