El futuro aeropuerto de Andorra amenaza el de la Seu d’Urgell
La Cámara de Comercio de Andorra quiere un aeropuerto internacional para su territorio. Ya tiene estudiados los procedimientos y la localización, así como la estructura necesaria para hacerlo posible.
Además, China ha manifestado el interés por financiarlo. La cuestión es que si se construyera, quedaría a 50 kilómetros del aeropuerto que el mismo país y la Generalitat reimpulsaron en el 2015 en la Seu d’Urgell.
El aeródromo catalán, que lleva el nombre de los dos territorios (Andorra-la Seu), se había ideado para facilitar la llegada de los aficionados a los deportes de montaña, como el esquí.
La Generalitat había comprado el 85% de la instalación en 2007 por 8 millones de euros, le dedicó 3 millones más para reformarlo en 2009 y un millón más en 2014.
El conflicto
Según el plan de estructura que ha anunciado recientemente la Cámara andorrana, el hipotético nuevo aeropuerto se situaría entre las Bordes de Envalira y Grau Roig, a unos 13 kilómetros de las pistas de esquí de Grandvalira, las que cuentan con más afluencia de visitantes del país.
Precisamente por ello la apertura de un aeropuerto dentro del territorio andorrano parece amenazar la viabilidad del que ya hay en el Alt Urgell. El departamento de Territori y Sostenibilitat de la Generalitat no ha querido pronunciarse.
Miquel Armengol, presidente de la Cámara de Comercio del Principado de Andorra y consejero delegado de Andorra Aviation Academy, aseguró, en la presentación del plan que incluye el proyecto de aeropuerto, que los dos emplazamientos eran compatibles, porque en el aeropuerto de la Seu d’Urgell se concentrarían los vuelos deportivos o las escuelas de vuelo, mientras que el andorrano se centraría en los vuelos comerciales.
«Un aeropuerto no tiene nada que ver con el otro», explica en conversación con ARA. «El de la Seu es de carácter regional, no es en Andorra y lo vemos totalmente compatible si el día de mañana tenemos un aeropuerto andorrano».
La idea es que el de Andorra tenga una pista de dos kilómetros donde puedan aterrizar los Airbus A320 y los Boeing 737, los más utilizados comercialmente en vuelos dentro de Europa. En la Seu, dice, no lo pueden hacer.
Atraer riqueza
Los objetivos, asegura Armengol, son dos: tener un aeropuerto donde puedan aterrizar aviones de largo radio (de media, unos 5.000 kilómetros) que permita que turistas de lugares lejanos llegar a Andorra, e incentivar el turismo de lujo. «Los jets privados no pueden aterrizar en de la Seu», argumenta. «Además, si entran y salen de dentro de Andorra no debemos pasar la aduana, no tenemos límite de franquicias.
El año pasado el aeropuerto de la Seu hizo cerca de 4.000 operaciones y trabajan compañías como Viajes Regina con rutas desde Madrid o Marsella. Otras aerolíneas como Andorra Airlines y Air Andorra lo han intentado sin éxito.
La iniciativa se enmarca en un plan que ha diseñado Andorra con la intención de desenclavar el territorio. El país aspira a actualizar las diferentes comunicaciones por carretera con Francia y España. Asimismo, la estrategia reivindica que Andorra esté «conectada con avión a través de Barcelona o Toulouse».
El futuro aeropuerto de Andorra amenaza el de la Seu d’Urgell