El Estado Colombiano realizó un ‘Genocidio Continuado’
El Tribunal Permanente de los Pueblos (TPP) ha leído públicamente este jueves 17 de junio la sentencia de su 48ª sesión, que juzgaba al Estado colombiano por genocidio político y crímenes contra la paz.
En el documento, leído por el jurado, pero aún no divulgado, el TPP condena a «los sucesivos gobiernos de Colombia desde 1946 por su participación directa e indirecta en la comisión de un genocidio continuado dirigido a la destrucción parcial del grupo nacional colombiano, en particular a los movimientos sindicales y campesinos, las comunidades indígenas y afrodescendientes».
Así lo declaraba Philippe Texier, ex magistrado de la Corte Suprema de Justicia de Francia, miembro del Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (CESCR) de las Naciones Unidas y jurado de este tribunal popular.
El TPP, heredero del Tribunal Rusell que en 1967 investigó y juzgó la intervención militar de Estados Unidos en Vietnam, es un tribunal en parte simbólico sin poder vinculante, como han reiterado varios de sus miembros en esta sesión.
Sin embargo, la sentencia leída ayer, se convierte en un importante «instrumento pedagógico» que más adelante, según afirmaba Gianni Tognoni, filósofo italiano miembro del TPP, llegará a manos de las Naciones Unidas, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, la Unión Europea y otras instancias internacionales.
Además, el primero y más urgente que se hará con este documento, será su entrega a la Comisión de la Verdad y la Jurisdicción Especial para la Paz, ambos mecanismos del Acuerdo de Paz firmado en 2016 entre el estado colombiano y las FARC incumplido sistemáticamente por el gobierno de Iván Duque.
Casos de exterminio
Entre el 25 y el 27 de marzo de este mismo año, el jurado del TPP, compuesto sobre todo por activistas, juristas y académicos de diferentes nacionalidades entre las que resaltaban la activista francesa Mireille Fanon-Mendès o la periodista italiana Luciana Castellina, escucharon cincuenta casos extensamente documentados sobre genocidio político y crímenes contra la paz en Colombia.
Las audiencias se celebraron en Bucaramanga, Bogotá y Medellín con numerosos momentos de tensión emocional por la gravedad de los hechos relatados por representantes de organizaciones sociales y comunidades tradicionales, desde la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) hasta el Consejo Regional Indígena del Cauca (CRIC) o el Proceso de Comunidades Negras (PCN).
Se relataron masacres y exterminios ya destacados y ampliamente conocidos de la historia colombiana como la Masacre de las Bananeras de 1928, relatado por Gabriel García Márquez en Cien años de soledad, o el genocidio contra la Unión Patriótica de los años ochenta y noventa.
Testigos, líderes sociales, investigadores universitarios, estudiantes, madres de víctimas de ejecuciones extrajudiciales conocidas como «falsos positivos», víctimas de desaparición forzada o desplazamiento forzado. Fueron tres días de un ejercicio imprescindible de memoria histórica y reparación simbólica.
Al terminar las tres jornadas de la sesión, Philippe Texier aseguró que «el Tribunal es una herramienta que crea puentes dialécticos entre lo que existe y lo que debería ser para respetar efectivamente los derechos de los pueblos, es una lucha a largo plazo ante de una crisis del derecho internacional».
Por su parte Mireille Fanon-Mendès, hija del pensador Franz Fanon, aseguró que «si decimos que hay crímenes contra la humanidad, lo hemos de justificar con argumentos legales, por eso este proceso no es exactamente simbólico».
Fanon-Mendes, quien ya participó como jurado del TPP en dos casos sobre guerra sucia y presencia de multinacionales en México, uno en Canadá que condenó la violación de derechos humanos vinculado a la minería, y el proceso que juzgó las políticas migratorias europeas, aseguró para el caso de Colombia que «los documentos presentados son muy fuertes, con mucha información, nada de lo dicho no es verdad, estoy muy impresionada por la calidad de los casos, los archivos, el contenido que nos han dado, ha habido un muy buen trabajo de los estudiantes, sindicalistas, comunidad LGTBI, indígenas, comunidades negras, etc.».
El Estado Colombiano realizó un ‘Genocidio Continuado’