El aumento de menores extranjeros obliga a la Generalitat a cambiar su estrategia
La Generalitat ha anunciado que reformulará una parte de la atención a los menores extranjeros no acompañados tras detectar un aumento de los casos de estos niños y jóvenes que acaban malviviendo en la calle.
A partir de ahora, el departamento de Trabajo, Asuntos Sociales y Familias, impulsará el que llama más «dinámicas de calle», para mejorar la respuesta a estos menores que emigran solos «que se muestran reacios a vivir en un centro de protección».
El plan de choque servirá para detectar con más tiempo los casos más complejos, como los de los niños que tienen problemas de salud mental o adiciones.
De momento la Generalitat no ha especificado qué inversión económica pondrá para sacar adelante esta medida.
La conselleria de Chakir el Homrani lleva semanas trabajando en este nuevo protocolo, a pesar de que la alarma del Hospital de Campaña de la iglesia Santa Ana ha precipitado el anuncio, que se ha hecho público este martes al mediodía.
De hecho, el plan de choque se ha dado a conocer justo al día siguiente de que se hiciera público que un grupo de menores migrados sólo duerme en la iglesia Santa Ana.
El rector de la iglesia de Santa Ana, Peio Sánchez, asegura que «cada día pasan por la entidad unas 250 personas, de las cuales 100 son jóvenes menores extranjeros o bien chicos que acaban de cumplir los 18».
«Hacemos una entrevista con ellos y nos interesamos por su salud física y mental, y nos damos cuenta de que algunos, más allá del duelo migratorio y de los problemas personales«.
Así, con el plan de choque la Generalitat pretende incrementar las horas de los equipos de psiquiatría de calle del centro de día Dar Chabab para trabajar con los jóvenes, se conducirán los niños y jóvenes con problemas mentales o de abuso de tóxicos a las unidades de agudos de psiquiatría adolescente y se impulsarán mesas de abordaje integral de los casos más complejos del territorio.
Esto se anuncia, dice la Generalitat, tras detectar que «hay un incremento notable de jóvenes mayores de edad que están en la calle y que no han pasado por el sistema de protección«.
Poco antes del anuncio de la Generalitat, el rector de Santa Anna aseguraba que el cambio en el protocolo de emergencias sociales «es fundamental».
«Lo que vemos nosotros cada día es el fracaso de la respuesta en emergencia social, y hay que replantear de manera transversal, con más recursos en la calle, sobre todo a nivel sanitario para detectar posibles personas con trastornos y también para frenar focos de enfermedades, porque ellos, generalmente, no van al médico por el miedo a ser repatriados», explica.
El aumento de menores extranjeros obliga al Gobierno a cambiar su estrategia