Estados Unidos bombardea a las milicias hutíes en Yemen por segundo día consecutivo
Nuevo ataque con misiles en la madrugada del sábado de las fuerzas de Estados Unidos contra objetivos hutíes en Yemen.
Según informaciones de la administración estadounidense, se ha querido destruir un radar utilizado por las milicias de la región con el objetivo de mermar la capacidad de los hutíes para atacar a los barcos comerciales que navegan por el mar Rojo.
Washington y Londres aseguran que no quieren una escalada, pero que es necesario responder a los constantes ataques de los últimos meses, que han afectado al comercio marítimo internacional.
Por su parte, Irán ha condenado la ofensiva y Rusia pide una reunión urgente del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.
Y es que, en el contexto de la guerra entre Israel y Hamás, en las últimas semanas han aumentado los ataques hutíes dirigidos al tráfico marítimo.
Como respuesta, Estados Unidos y Reino Unido empezaron a bombardear la noche del jueves al viernes las posiciones de las milicias hutíes, que controlan grandes áreas de Yemen, incluida la capital, Saná, y que tienen el apoyo de Irán.
Movimientos que reactivan los temores de un desbordamiento regional de la guerra en Gaza.
Manifestaciones contra los ataques occidentales
El ataque sobre las principales ciudades de Yemen ha causado 5 muertes y habría dañado varias instalaciones militares.
El principal aliado de los hutíes, Irán, ha denunciado una violación de la soberanía de Yemen por parte de los aliados de Estados Unidos.
Este viernes por la noche, cientos de miles de personas se han manifestado también en Teherán para condenar a Occidente y apoyar a los hutíes. También ha habido manifestaciones en Saná, la capital de Yemen.
La milicia asegura que no cesarán los ataques mientras Israel siga atacando a Gaza.
Biden y Sunak defienden los bombardeos
Estadounidenses y británicos han explicado el ataque a Yemen en un comunicado conjunto que firman otros ocho países: Australia, Bahréin, Canadá, Países Bajos, Dinamarca, Alemania, Nueva Zelanda y Corea del Sur.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha anunciado que mantendrán los ataques si los hutíes siguen comprometiendo el tráfico marítimo por el mar Rojo.
«Hemos reunido a un grupo de naciones y decidiremos si seguimos actuando. Si (los hutíes) se comportan como lo hacen, nosotros responderemos.»
El primer ministro del Reino Unido, Rishi Sunak, también ha defendido la acción bélica en la zona: «En las últimas semanas, los aliados hemos hecho declaraciones de condena, pidiendo a los hutíes que desistan. Esta semana hemos visto una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU que condena lo que está pasando y reconoce el derecho de los estados a la autodefensa. Nosotros hemos actuado en legítima defensa.»