Capturan cuatro tiburones en Girona para hacerles un seguimiento y protegerlos
Cuatro tiburones que se han capturado en el Cap de Creus (Girona), que ahora llevan marcas acústicas que permitirán hacerles un seguimiento detallado. Se trata de ejemplares amenazados que se quieren proteger, porque se ha detectado que las poblaciones están en claro descenso. El marcaje de los escuálidos, en concreto un solrayo y tres tintoreras, lo ha hecho la Asociació Catalana per a una Pesca Responsable (ACPR).
Ahora podrán recopilar datos de los movimientos de los tiburones para protegerlos con medidas como aplicar restricciones de pesca en las zonas que más frecuentan.
Ocho embarcaciones con biólogos, pescadores y submarinistas se han dedicado a pescar con caña los ejemplares, atraídos por trocitos de sardina.
Han utilizado un anzuelo circular que se clava en la comisura de la boca para evitar herir al animal. Una vez fuera del agua, los han inmovilizado mientras los biólogos les ponían los marcadores y enseguida los han devuelto al mar.
El solrayo, la sorpresa
La captura del solrayo «ha sido la gran sorpresa del día» porque está en peligro de extinción, según ha explicado el doctor en Biología y técnico de la Fundación Barcelona Zoo, Pablo Cermeño. El ejemplar capturado medía 1,46 metros de largo.
Los biólogos se mostraron contentos de haberlo podido marcar porque, según explicaron, «es difícil de ver en el Mediterráneo». Es un tiburón ovovivíparo, que mantiene los huevos en el vientre hasta que los embriones están muy desarrollados. Las hembras maduran cuando tienen 18 años y se reproducen cada 3 con períodos de gestación entre los 15 y los 18 meses. El solrayo es el más dócil de todos los tiburones.
Por su parte, la tintorera es un pez que habita en el Mediterráneo entre los 60 y los 300 metros de profundidad, en zonas donde la temperatura se encuentra por debajo de los 21 grados. Es un tiburón vivíparo con una gestación que dura casi un año.
En la jornada de marcaje se han capturado otras dos tintoreras, pero «eran demasiado pequeñas». Las tres que ahora nadan con los chips colocados medían 2,15 metros de largo, 1,20 y 1,39 metros.
Marcas acústicas y no de GPS
Es la segunda vez que se logra marcar tintoreras en la zona, después de una primera salida hace un año que sirvió para colocar señales GPS a siete ejemplares.
No se han podido obtener los resultados esperados porque las marcas electrónicas de señal GPS colocadas en los tiburones «dejaron de emitir señal enseguida». «Creemos que se estropearon», explica Cermeño, quien tampoco descarta que algún ejemplar fuera capturado o muriera y, al sumergirse, se perdiera la señal.
Ahora, no se han utilizado marcas GPS, sino otras de tipo acústico. Se han implantado dos en tintoreras y una en el ejemplar de solrayo capturado. Para introducirla, han hecho un pequeño corte en el vientre del tiburón y han cosido la herida antes de liberarlo.
Una vez dentro del mar, el chip emite unas señales que son captadas por una red de receptores acústicos instalados en el fondo marino. Estos receptores almacenan la información y, cuando se recogen y descargan sus datos, permiten reconstruir el movimiento y la trayectoria de cada individuo marcado.
La tercera tintorera se ha marcado con un sistema pop up (que ya se había utilizado el pasado año). Se trata de una marca electrónica que va enganchada a la aleta del tiburón y recoge información de temperatura, luminosidad y profundidad.
En vez de transmitir información del individuo periódicamente, lo hace al año, cuando la marca se despega del animal y flota hasta la superficie para emitir los datos recogidos.
Reproducción tardía y el impacto de la polución
Una de las problemáticas por la supervivencia de los tiburones, según apunta el doctor en biología, es que «la mayoría se reproducen cuando son mayores y no ponen millones de huevos como otras especies de peces».
Cermeño también alerta de que «la polución y el cambio climático les dejan sin alimento» y que «se les pesca casi por accidente y no se aprovechan». Esto ocurre, dice, «aunque se ha intentado excluirlos cambiando los tamaños de las redes», pero reconoce que «no se consigue del todo».
El proyecto lo ha puesto en marcha la plataforma ACPR. Ha colaborado el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), a través del Instituto de Ciencias del Mar (ICM); la Fundación Zoo de Barcelona; el centro de inmersión Sotamar de Cadaqués; la UB, y la Generalitat. Se prevé realizar una tercera jornada de marcaje el 8 de julio.
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