Bruselas quiere forzar a los fabricantes de electrodomésticos el derecho a reparar

La UE quiere que los fabricantes de electrodomésticos estén obligados a ofrecer garantía hasta 10 años

En la Unión Europea se generan cada año 35 millones de toneladas de basura y se emiten 261 toneladas de CO₂ debido a los aparatos que se tiran. Sin embargo, muchos de los productos que se tiran todavía son «viables» y podrían repararse con cierta facilidad y prolongar su vida útil. Esto supone un coste de 12.000 millones anuales para los consumidores.

Para combatirlo, la Comisión Europea propone poner en marcha una iniciativa legislativa para garantizar el «derecho a reparar» de los consumidores, con el objetivo de evitar el desperdicio de recursos, ahorrar dinero a la ciudadanía y avanzar hacia un sistema de economía circular.

A partir de la idea de que hay muchos bienes que se podrían reparar y se sustituyen innecesariamente por otros nuevos , el comisario de Justicia de la UE, Didier Reynders, ha presentado este miércoles la propuesta «Right to Repair» (derecho a reparar), en el marco del Green Deal europeo.

«Los consumidores obtendrán las herramientas que necesitan para escoger la reparación y realizar una contribución positiva a la economía circular. También se envía un mensaje importante a las empresas de que los modelos comerciales sostenibles y las inversiones en reparaciones son rentables».

Informar a los consumidores de la obligación de reparar

La Comisión Europea, que en 2019 ya aprobó una normativa enfocada a la reparabilidad y durabilidad de los electrodomésticos, ahora va un paso más allá y quiere forzar a los fabricantes a informar a los consumidores que están obligados a reparar gratuitamente un aparato que esté en garantía.

Además, los fabricantes tendrán que arreglar un aparato siempre que no sea más caro que comprar uno nuevo , según ha insistido Reynders.

«Exigiremos a los vendedores repararlo cuando arreglarlo sea más barato o cueste lo mismo que sustituir».

«Nadie podrá negarse a reparar su lavadora salvo si es técnicamente imposible», ha afirmado el comisario de Justicia, quien ha añadido que los fabricantes tendrán que reparar un aparato incluso en caso de que lo haya dañado el consumidor, aunque entonces podrán reclamar un precio por el trabajo.

Priorizar la reparación, también fuera de garantía

Más allá de la garantía, Bruselas quiere que siempre que sea posible se prioricen las reparaciones . Los consumidores tendrán derecho a exigir la reparación de un producto si es técnicamente reparable dentro de la ley comunitaria, como las lavadoras o los televisores.

Así, los usuarios podrán reclamar una reparación y las empresas tendrán que informar de las condiciones obligatorias para arreglar un aparato, que se extenderán por un período de entre 5 y 10 años, dependiendo del producto.

De este modo, los consumidores tendrán siempre a alguien a quien recurrir cuando quieran reparar un aparato . Además, la Comisión confía en que aliente a los fabricantes a desarrollar modelos de negocio más «sostenibles».

Esto no sólo permitirá reducir costes, sino también disminuir residuos y utilizar materiales para nuevas producciones, en consonancia con el Green Deal europeo.

Por el momento, estas medidas no se aplicarán a dispositivos como los teléfonos móviles o las tabletas , pero el ejecutivo comunitario apunta que se incorporarán al mismo cuando se apruebe su normativa de ecodiseño, actualmente en fase de negociación.