Más de 50.000 muertos y miles heridos por los terremotos en Siria y Turquía
Los equipos de rescate siguen trabajando en las zonas afectadas por los dos grandes terremotos en Siria y Turquía. Casi piedra por piedra, los trabajadores de emergencias buscan supervivientes.
Era plena noche cuando un terremoto de magnitud 7,8 en la escala de Richter ha afectado al menos a 100 kilómetros de la placa tectónica de Anatolia y también de Arábiga. Con el epicentro en la provincia de Kahramanmaras, el seísmo se ha llegado a oír en Líbano o en Chipre.
Nueve horas después, por la mañana, un segundo terremoto con epicentro en Elbistan de una magnitud de 7,5 volvió a sacudir la zona, que estos días está sufriendo una ola de frío y nieve.
Y mientras tanto, continúa la carrera contra reloj para localizar y salvar a gente que todavía está viva bajo los restos de los edificios derrumbados, como estos dos casos de esta madrugada en Afrin, en el norte de la provincia de Alepo, en Siria.
La cifra final de muertes puede ser estremecedora
El balance a primera hora de este martes era de más de 5.000 muertos y más de 19.000 heridos en conjunto en Turquía y en Siria, además de un número indeterminado de desaparecidos en ambos países.
Estas cifras la Organización Mundial por la Salud, la OMS, calcula que se pueden multiplicar varias veces a medida que pasen las horas y los días y se vaya sacando escombros.
Lo ha afirmado este lunes por la noche Catherine Smallwood, coordinadora del operativo de la OMS en Turquía, quien ha dicho que la cifra final de víctimas mortales puede ser hasta ocho veces superior a la inicial.
El mundo se solidariza con Turquía y Siria
Los servicios de emergencias están desbordados por la magnitud de la catástrofe. En Turquía, unos 25.000 efectivos, entre soldados y equipos de emergencias, trabajan en las zonas afectadas con el objetivo de rescatar a víctimas. Lo hacen en medio de unas condiciones meteorológicas adversas y con los aeropuertos más cercanos al lugar de los hechos cerrados.
Según datos del gobierno turco, se ha tenido que buscar alojamiento a unas 300.000 personas que se han quedado sin casa o que no pueden regresar porque el terremoto ha convertido a los edificios en inseguros, y las han instalado en refugios y instalaciones universitarias. Además, se declaró el máximo nivel de alerta, recomendándose a la población que no coja el coche ni sature las telecomunicaciones.
La comunidad internacional ya trabaja para ayudar a Turquía y Siria. Erdogan ha anunciado que más de 45 países se han comprometido a enviar efectivos de rescate.
La ONU ya está sobre el terreno para asistir a miles de damnificados. El secretario general, António Guterres, ha reiterado el compromiso de Naciones Unidas en el apoyo a las operaciones de salvamento.
La Comisión Europea ha activado el Mecanismo de Protección Civil de la UE, una reserva con medios de transporte, equipos médicos y equipamiento logístico pensado para ponerla en marcha de inmediato.
Algunos países mediterráneos, como Israel, Argelia o Grecia, también han enviado a equipos de salvamento a la zona.
Más de 50.000 muertos y miles heridos
Esta mañana del martes el balance era de más de 50.000 víctimas mortales y miles de heridos.
Además, se ha logrado rescatar a 7.800 personas con vida de entre los escombros.
El ejecutivo de Ankara ha decretado siete días de luto oficial en el país. En un mensaje en Twitter, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, ha informado de que hasta el 12 de enero, la bandera del país ondeará a media asta tanto en Turquía como en las sedes diplomáticas en el extranjero.
En Siria, la última cifra ofrecida por el gobierno de Bashar el Asad es de 711 víctimas mortales en las áreas que controla, además de 1.431 heridos.
En la zona en poder de los rebeldes, los Cascos Blancos, que se encargan de las emergencias en los territorios en manos de la oposición, han dado la cifra de al menos 733 fallecidos y más de 2.100 heridos.