133 años de prisión para un único acusado por el asesinato de los jesuitas en El Salvador en 1989
Treinta años después de la matanza en la Universidad Centroamericana en El Salvador en el que murieron asesinadas ocho personas, entre ellos Ignacio Ellacuría.
La Audiencia Nacional ha condenado a 133 años de prisión a quien fue coronel y viceministro de Seguridad Pública del ejército del Salvador, Inocente Orlando Montano Morales.
El consideran responsable de cinco delitos de asesinato de carácter terrorista cometidos la noche del 15 al 16 de noviembre de 1989 en la Universidad Centroamericana, de la que Ellacuría era el rector.
La matanza la hizo un pelotón de las fuerzas armadas de El Salvador, bajo las órdenes del coronel René Emilio Ponce.
La Audiencia Nacional ha juzgado Montano por su presunta participación en «la decisión, diseño o ejecución» del asesinato de los sacerdotes jesuitas.
También considera probado que Montano ordenó matar un sexto jesuita, así como la cocinera de la universidad y su hija de 15 años, pero no ha podido ser condenado por estos otros tres asesinados porque los Estados Unidos no lo extraditaron por estos crímenes.
La resolución de la Audiencia Nacional analiza el contexto del crimen, en 1989 cuando el Salvador vivía un conflicto armado interno entre las fuerzas gubernamentales y la guerrilla del Frente Farabundo Martí de Liberación Nacional (FMLN) desde hacía más de diez años.
Según la sentencia, el papel de la Iglesia como mediadora provocó la reacción de la extrema derecha, dirigida sobre todo contra Ellacuría, que propugnaba una negociación que tenía que pasar por la depuración de las Fuerzas Armadas de El Salvador.
La Audiencia Nacional es competente para investigar crímenes terroristas cometidos contra españoles en el extranjero.
El asesinato de los jesuitas no se puede juzgar al Salvador
El Congreso de este país hizo una Ley de Amnistía General, que exime de juicio los crímenes de guerra cometidos durante el conflicto civil que vivió El Salvador entre 1980 y 1992.
El caso Ellacuría fue uno de los primeros que se empezó a juzgar en la Audiencia Nacional tras superar el parón por la pandemia del Covid-19.
La fecha del juicio estaba marcada desde antes de que se decretara el estado de alarma y, finalmente, se ha podido hacer el juicio en las fechas previstas.
133 años de prisión por el asesinato de los jesuitas en El Salvador en 1989
