La UE quiere obligar a los estados a comprar conjuntamente un 15% del gas para bajar su precio
La Comisión Europea ha propuesto este martes que al menos el 15% de las compras de gas natural para llenar las reservas de cara al invierno de 2023-2024 se hagan a través de una plataforma conjunta en la que los países de la unión usen el su poder de mercado para abaratar el precio del hidrocarburo.
Asimismo, pensando en los próximos meses, plantea un tope «dinámico» y temporal al precio del gas , similar al modelo que ya se está aplicando en la Península Ibérica .
Serviría para limitar el precio a los mercados en los que se negocian los contratos de gas natural, con el objetivo de conseguir rebajar su cotización, abaratando así la factura eléctrica de hogares y empresas.
«Sobre la base del marco de las medidas actuales de reducción de la demanda , ha llegado el momento de poner en marcha un mecanismo así», justifica la Comisión.
La nueva batería de propuestas las llevará el ejecutivo comunitario a la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de este jueves y viernes, en el que los líderes quieren pactar actuaciones que ajusten los precios desorbitados del gas natural.
Compras conjuntas y solidaridad
Además de plantear compras conjuntas de los estados, la Comisión Europea también quiere animar a las compañías energéticas a poner en marcha un «sistema voluntario de compras» o consorcio en el que aprovechen también su poder conjunto de negociación respetando las reglas comunitarias de competencia.
Por otra parte, la propuesta de reglamento de Bruselas plantea un modelo obligatorio de solidaridad entre los Estados miembros que se utilizaría en casos de emergencia cuando no existan acuerdos bilaterales de colaboración entre países.
«Deberíamos tener cuarenta acuerdos de solidaridad de este tipo, pero sólo tenemos seis. No es suficiente en una crisis de este calibre», ha justificado en una rueda de prensa la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.
Ahora Bruselas quiere cerrar esta laguna con normas estandarizadas para todos (que se aplicarían en ausencia de pactos bilaterales) y también dotarse de poderes para repartir gas por toda la UE en caso de «emergencia de suministro», y fijar el precio de las transacciones.
Además, el Ejecutivo comunitario sugiere nuevas ideas para reducir de forma «proactiva» el consumo «no esencial» de gas , por ejemplo limitando el uso de calefacción en exteriores o en piscinas privadas, siempre teniendo en cuenta que las medidas no deben afectar a consumidores vulnerables que no disponen de margen para recortar más su demanda.