Troitiño se ha negado a recibir quimioterapia hasta que salga de la cárcel
Etxerat informó ayer que el preso vasco Antton Troitiño ha dejado de recibir la quimioterapia que utilizaba para «aliviar» su enfermedad.
De hecho, según la asociación de familiares de los detenidos, el trato no es compatible con las condiciones de reclusión: «No es en absoluto factible continuar el tratamiento, tanto mental como físicamente porque las condiciones de reclusión son insuperables».
Etxerat advierte que el estado de salud del preso vasco se ha «deteriorado notablemente» en los últimos días: «Lo han llevado desde la cárcel de Estremera al hospital cuatro veces para quimioterapia, y luego lo devuelven a prisión».
Según la asociación, el detenido se encuentra en «condiciones inadecuadas y duras»: tiene que viajar una hora y media para ir al hospital, regresar al hospital, no tiene una dieta adecuada y le faltan medicamentos.
La Audiencia Nacional firmó el Auto para liberar a Troitiño este martes, pero sigue en la prisión de Estremera y no puede ser puesto en libertad hasta la semana que viene, hasta que el Auto de libertad condicional sea firme.
«Laberinto burocrático»
Etxerat denunció el «laberinto burocrático» que se está produciendo como «grave e inaceptable», dado que la situación del preso es «muy delicada». De hecho, ya han pasado más de dos semanas desde que la Audiencia Nacional dictó la primera orden de puesta en libertad de Troitiño.
El tribunal dictaminó otorgar al detenido el tercer grado el 11 de enero, y luego, a petición de la junta de tratamiento, ordenó este martes su libertad condicional a Instituciones Penitenciarias.
La libertad condicional es mejor en sí misma para el preso, pero el cambio solo ha tenido como resultado el aplazamiento de la fecha de liberación, y Etxerat se quejó de que los tribunales no están tomando en cuenta el estado de salud del preso.
La asociación ha pedido la liberación «inmediata» de este preso vasco gravemente enfermo, según consta en los dos Autos de la Audiencia Nacional. Troitiño notó los primeros síntomas de la enfermedad en abril de 2020, e incluso entonces no recibió la atención adecuada, según Etxerat: no recibió una «atención debidamente dirigida» hasta septiembre, cinco meses después de los primeros síntomas.
Troitiño se ha negado a recibir quimioterapia hasta que salga de la cárcel
