Rusia ataca una base militar cerca de Polonia
El ejército ruso endureció ayer los ataques al oeste de Ucrania, mientras sigue estrechando el cerco sobre Kiiv y la portuaria Mariúpol. En el decimoctavo día de guerra, en el que el periodista estadounidense Brent Renaud murió en Irpín, en el suroeste de Ucrania, y las calles de ciudades europeas se llenaron de manifestaciones contra la invasión, Rusia apuntó a una base militar situada a 25 kilómetros de la frontera con Polonia, país miembro de la UE y de la OTAN, contra el que arrojaron una treintena de misiles, ocho de los cuales no pudieron ser detectados por las baterías antiaéreas e impactaron en la base.
El ataque, que ocurrió de madrugada y eleva la tensión con la OTAN, causó al menos 35 muertos –no todos serían ucranianos– y 134 heridos, según las autoridades ucranianas.
La base atacada, de 360 kilómetros cuadrados, es el Centro de Mantenimiento de la Paz y la Seguridad Internacional, que ha servido para realizar ejercicios con países de la OTAN y está situado en la localidad de Yavoriv, a unos 50 kilómetros de Lviv, ciudad a la que llegan la mayoría de refugiados que huyen a Polonia.
El Ministerio de Defensa de Rusia admitió la responsabilidad del ataque y dijo que se habían «destruido a 180 mercenarios extranjeros».
Este lanzamiento de misiles llega al día siguiente de que el vice primer ministro ruso, Sergei Riabkov, hubiera advertido de que atacarían cualquier convoy con armas hacia Ucrania, por lo que el ataque es interpretado como un aviso en los países occidentales y una demostración de fuerza.
Rusia ataca una base militar cerca de Polonia