Ribera abre la puerta a una empresa pública de electricidad
La subida constante de los precios de la electricidad podría empujar al gobierno a emprender un camino hasta ahora ignorado: la creación de una empresa pública de electricidad.
La ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, ha anunciado que contemplan la creación de una empresa pública con centrales hidroeléctricas una vez finalice la concesión de las empresas privadas que las gestionan. Siguiendo la propuesta del empleador de las empresas eléctricas, también mencionó la posibilidad de realizar cambios en la tarifa regulada para que el precio sea más estable.
En sí misma, la resistencia a la creación de una empresa pública no pertenece al conjunto del Gobierno, sino a su principal componente: el PSOE. Unidas Podemos, ha defendido siempre la creación de la empresa pública y, a través de la secretaria general Ione Belarra, ha aplaudido el anuncio de Ribera.
Una vez que los embalses y las plantas de energía están en su lugar, la hidroeléctrica es una forma económica de generar electricidad porque tiene una fuente de energía renovable y gratuita.
Pero en las últimas semanas, las asociaciones de consumidores han advertido que las empresas eléctricas no han sido justas con las centrales hidroeléctricas y han ofrecido el precio del gas por la electricidad que obtienen de ellas. Porque la hidráulica, como la eólica o la fotovoltaica, no es una energía que deba consumirse a medida que se genera, sino que se genera mediante un caudal regulable.
Se entiende que si se creara una empresa pública hidroeléctrica, ofrecería precios baratos en el mercado pool o mayorista, lo que haría subir el precio final.
Cambio legal, en marcha
En cualquier caso, se necesitarán años para crear una empresa pública de este tipo y tener un número significativo de centrales eléctricas en sus manos. Y puede que no sean años, pero probablemente el gobierno tardará meses en poner en marcha un proyecto de ley para bajar los precios de la electricidad: el beneficio que ha caído del cielo.
Este es el nombre que se le da a la recompensa que reciben las centrales hidroeléctricas y nucleares por el bajo costo del gas.
El gobierno tiene otra opción sobre la mesa; reformar la propia tarifa regulada. AELEC, la patronal de los grandes productores de electricidad, pidió este martes esta reforma y propuso una tarifa con precios más fijos. En otras palabras, seis de cada diez de los que están en el mercado libre son más similares a lo que pagan, y hasta ahora, en la mayoría de los casos, es más caro que lo regulado.
Ribera ha aprobado la posibilidad de examinar la solicitud y crear una tarifa regulada con menos incidencias. Entre las fórmulas que puede elegir, mencionó aumentar el monto fijo de la tarifa y limitar la variable. En cualquier caso, la ministra de Transición Ecológica ha manifestado que, desde la creación de la tarifa regulada en 2013, quienes la han utilizado han estado pagando precios más económicos que los del mercado libre.
La negativa de Bruselas
La Comisión Europea ha recordado a los Estados miembros que esta tarifa regulada puede comercializar electricidad para los ciudadanos más vulnerables. En su opinión, no hay razón para cambiar el mercado mayorista, ya que cree que el sistema actual funciona bien.
El gobierno no es de la misma opinión, por lo que lamenta que Bruselas se haya negado a reformar el mercado. Según Ribera, el sistema está desactualizado y perjudica a los consumidores porque no les permite aprovechar los menores costos de las energías renovables, y lo pagan todo al precio de la energía más cara, que es el precio del gas.
No solo el aumento de los precios del gas, sino también el aumento de los precios de los derechos de emisión de CO2 han llevado a precios más altos de la electricidad, pero la UE no tiene planes de reducirlos, ya que son una herramienta para cambiar a fuentes de energía más limpias.
Ribera abre la puerta a una empresa pública de electricidad