Prisión permanente revisable para el asesino de la niña de Vilanova

Prisión permanente revisable para el asesino de la niña de Vilanova

El autor del crimen de Laia, la niña 13 años de Vilanova i la Geltrú asesinada en 2018, ha sido condenado a prisión permanente revisable, tal como pedían la Fiscalía y la familia.

La sentencia también lo condena a 7 años de prisión más por el delito de agresión sexual y establece que el acusado deberá indemnizar con un total de 445.000 euros a los familiares de la víctima.

El veredicto confirma que tanto la Fiscalía como la acusación de la familia consideraron que había quedado probado: que el acusado cometió el asesinato, y que también agredió sexualmente a la víctima e intentó esconder el cadáver.

El juez ha tenido en cuenta que encontraron a la niña con los pantalones bajados, tenía lesiones en la zona genital, y una correa de perro en el cuello «lo que sin duda remite a una idea bastante obvia de dominación sexual», dice la sentencia.

Todo ello demuestra la intencionalidad del crimen, según la sentencia: que el condenado hizo entrar a la fuerza a la niña a su piso, tenía heridas de cuchillo, y murió por asfixia. Para el juez, es imposible que la muerte fuera imprudente o por negligencia, y, por tanto, admite los agravantes de alevosía y ensañamiento.

Los hechos ocurrieron la tarde del 4 de junio de 2018. Laia había salido del piso de sus abuelos y bajaba las escaleras del edificio en dirección a la calle, donde su padre tenía previsto recogerla. La niña, sin embargo, no llegó a la calle.

Al ver que no aparecía, familiares y amigos comenzaron una búsqueda de casi tres horas por las calles más cercanas al edificio.

Dos tíos de Laia preguntaron a todos los vecinos del edificio si habían visto a la niña. En una primera búsqueda puerta por puerta, no hallaron ningún rastro. La actitud de uno de los vecinos, sin embargo, les pareció inquietante y volvieron a llamar a esa puerta al cabo de un rato.

Como el hombre seguía teniendo un comportamiento extraño, los familiares decidieron entrar en el piso por la fuerza. En una habitación, bajo un colchón, encontraron a la niña muerta con signos de violencia. Aquel vecino, Juan Francisco López, que ahora tiene 46 años, fue inmediatamente detenido.

El acusado, a pesar de admitir el crimen, desde el primer momento alegó que había bebido e iba drogado, y que no fue consciente de los actos porque tenía alucinaciones que le hicieron creer que un ladrón había entrado en su casa. Por otra parte negó el abuso sexual. Pero durante el juicio las pruebas contradijeron su versión.

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