Ocho detenidos en Lleida por tráfico de drogas tras un secuestro

Desarticulan un hub logístico de marihuana en Lleida a raíz de un secuestro derivado de un narcoasalto

Agentes de los Mossos d’Esquadra en un operativo en la demarcación de Lleida, han detenido el día 28 de mayo a 5 hombres y tres mujeres, de entre 24 y 51 años a quienes se les atribuyen delitos contra la salud pública, en su vertiente de tráfico de drogas, organización criminal, secuestro, lesiones y robo violento, por unos hechos sucedidos en enero de este año, enmarcados en el mundo delincuencial relacionado con el cultivo ilícito de marihuana.

El día 28, varias unidades de la DIC, tanto centrales como territoriales, en un operativo policial, desmantelaron un entramado delictivo y detuvieron a los autores de un secuestro e intervinieron 278 kg de cogollos de marihuana escondidos en un escondite en una de las naves registradas.

En el marco del operativo también se llevaron a cabo doce entradas y pesquisas en las localidades de Lleida, Vilanova de la Barca, Rosselló y la Roca del Vallès donde se intervinieron 3.000 euros en efectivo, 650 dólares, 6 vehículos que utilizaba el organización, documentación y soportes electrónicos, dos armas (una de airsoft y una de aire comprimido) y varios tampones y sellos que utilizaba la organización para enmascarar los envíos de marihuana.

Durante la investigación se realizaron dos aprehensiones de marihuana de 55 y 60 kg, en los meses de marzo y abril en Girona y El Pont de Suert, respectivamente.

El cómputo total de droga intervenida durante la investigación asciende a 393 kg. La estimación del valor de la marihuana intervenida en el mercado ilícito en Catalunya asciende a cerca de 2,5 millones de euros, precio que puede llegar a duplicarse o triplicarse en el mercado ilícito europeo. El destino final de la mercancía ilícita era Alemania, Francia, Italia y Rumanía.

Un secuestro en enero, detonante de la investigación

La investigación se inició el pasado 25 de enero a raíz de la denuncia por el secuestro de una persona que fue asaltada en la vía pública en el centro de Lleida. La víctima fue retenida durante dos días, recibió agresiones físicas y amenazas, algunas de ellas con arma de fuego, y fue trasladado en al menos dos ocasiones a distintas naves industriales gestionadas por los secuestradores.

Los investigadores lograron esclarecer el móvil de los hechos: dos días antes, el presunto grupo de los secuestradores se encontraban en una de las naves industriales ocupadas donde cultivaban y preparaban marihuana para su distribución en el mercado ilícito, cuando presuntamente un grupo de personas asaltó la nave y se llevó la marihuana que tenían preparada para la venta.

Según el resultado de la investigación, el grupo encargado del almacenamiento y distribución de la marihuana a nivel internacional, orientó sus sospechas sobre los empleados de las naves donde se resguardaba la droga, culpándoles de haber facilitado la información al grupo que cometió el asalto. En el marco de estas sospechas, eligieron a un hombre al que acusaron de desleal, por lo que le secuestraron.

Los secuestradores exigían, a cambio de la liberación del cautivo, la restitución del valor económico de la droga sustraída, que ascendía a unos 200.000 euros. De no hacer efectivo el pago, los secuestradores amenazaron con la muerte al hombre. Para dar credibilidad a sus amenazas, sometieron a la víctima a numerosas agresiones físicas y enviaron a su entorno cercano, imágenes del rehén maniatado y pies con signos claros de las lesiones.

Por último, y después de dos días de cautiverio, los secuestradores liberaron a la víctima con el compromiso de que conseguiría información sobre el paradero de un tercero al que culpaban de haber orquestado el asalto y posterior robo del cargamento de marihuana. A lo largo de los posteriores días, la víctima siguió recibiendo amenazas para que no denunciara.

Exportadores de marihuana producida en Catalunya

Los detenidos gestionaban un hub de marihuana asentado en la demarcación de Lleida que gestionaba al menos 4 naves industriales ocupadas, y operaban a través de 5 empresas de logística, constituidas con apariencia de legalidad.

La forma de operar de la estructura consistía en proveerse de la marihuana cultivada en Cataluña a través de distintos proveedores. Una vez en sus naves, la depositaban en envoltorios y paquetes de apariencia legal, los cuales conforman palés enteros y que eran cargados y camuflados entre mercancía de curso legal dentro de camiones alquilados con chóferes subcontratados, ajenos al transporte ilícito que llevaban a cabo.

Muchos de estos conductores no formaban parte del entramado criminal, sino que eran utilizados como mero instrumento de transporte, tuvieran o no conocimiento de la ilicitud de la carga que trasladaban. Igualmente, eran monitorizados a través de geolocalizadores y acompañados de forma discreta por miembros de la escala intermedia de la organización, quienes eran los encargados de realizar las transacciones en los países de destino.

Para encubrir y enmascarar el tráfico encubierto de drogas que ejercía la empresa de transportes, sus miembros desarrollaron mecanismos para falsear la documentación relativa a la carga (CMR) así como falsificar sellos y estampas para dotar de veracidad a los paquetes en caso de que alguna autoridad policial, o fiscal, detuviera el cargamento. Podían variar entre utilizar los documentos de las empresas que ellos gestionaban, o bien utilizar otras empresas conocidas de distribución y venta de productos electrónicos o de bricolaje.