Mueren 15 caballos al caer por un barranco en Lleida debido al ataque de unos perros
En la localidad de Escós, en Lleida, 15 caballos murieron el martes al caer por un barranco donde les empujó el ataque de tres perros. Así lo aseguraron testigos presenciales a los Agentes Rurales, que aseguran que se trata de un caso aislado y que han localizado al propietario de los perros, que se hará cargo de los daños.
Según confirmaron los Agentes Rurales, un vecino de la zona vio a los perros asustar a los caballos -dos yeguas y 13 potros-, que huyeron y acabaron cayendo por un barranco de 30 metros en una zona de difícil acceso.
Retirem 2 eugues i 13 poltres morts del barranc de les Milleres, pròxim a la població Escós al terme de Soriguera (Pallars Sobirà).
L’incident va ocórrer dimarts a la tarda. Els agents van inspeccionar la zona, on un testimoni va referir que havien estat perseguit per gossos. pic.twitter.com/JbWLuPAUNd— Agents Rurals (@agentsruralscat) January 21, 2022
Para retirar los cuerpos de los animales este viernes, ha hecho falta la ayuda de un helicóptero. Después fueron trasladados a una planta de tratamiento de animales muertos.
Localizado el dueño de los perros
En un primer momento se había pensado que los perros que habían asustado a los caballos eran salvajes, pero los Agentes Rurales han localizado al dueño de los perros. El propietario ha manifestado voluntariamente que era el propietario y también que dispone de seguro.
El propietario de los perros ya se ha puesto en contacto con el ganadero para hacerse cargo de los daños: los quince animales muertos.
En la montaña, los perros deben ir atados
Los Agentes Rurales alertan de que los perros pueden atacar o asustar al ganado que pace en libertad. Si no son perros salvajes y tienen dueño, deben ir siempre atados y mantener una distancia con los rebaños.
Las consecuencias pueden ser que el ganado huya y, como en este caso, que la fuga acabe con un descalabro, o también que los animales mueran por asfixia, amontonados por el miedo.
Mueren 15 caballos al caer por un barranco por el ataque de unos perros