Miles de ciudadanos huyen de Rusia para no alistarse en el ejército

Miles de ciudadanos huyen de Rusia para no alistarse en el ejército

Rusia no ha tardado ni un día, tras el anuncio de Vladimir Putin, y ya ha empezado a convocar a miles de reservistas para enviarlos al frente de guerra, en Ucrania. Es la primera movilización militar que hace desde la Segunda Guerra Mundial.

Con los billetes de avión prácticamente agotados, las largas colas de vehículos se están repitiendo en las fronteras terrestres de Rusia, y la Comisión Europea admite que la Unión necesita una posición común sobre cómo tratar a estos ciudadanos rusos que huyen para no ser reclutados.

Acordar una respuesta no es un reto sencillo, dado que los países bálticos cierran la puerta a los rusos, como pide hacerlo Finlandia, mientras que Alemania vuelve a hacer gala de la política de puertas abiertas.

No hace ni un mes que la Unión recomendó que se pusieran trabas burocráticas a los rusos que quieran obtener el visado, complicando y encareciendo el proceso, alargando el tiempo de espera y revisando los visados ​​ya existentes.

Pero el anuncio de Putin vuelve a cambiar la perspectiva: del castigo generalizado a los rusos, imperando en los últimos meses, a la solidaridad con quienes no quieren ir a filas.

Esto, según la comisión, plantea un dilema de seguridad, porque nadie garantiza que los desertores no dieran pleno apoyo a Putin hasta ahora.

La solución que explora Bruselas pasa por estudiar caso por caso las solicitudes, pero la política de visados ​​depende en buena parte de cada estado miembro, lo que puede poner palos en las ruedas a esta unidad de acción.

De momento, desde el lunes Estonia, Letonia, Lituania y Polonia prohíben por completo la entrada a los rusos con visados ​​Schengen para fines turísticos, culturales, deportivos y comerciales.

La Comisión Europea ha dicho que se «solidariza» con los ciudadanos rusos que se están oponiendo a Putin. Ha rechazado dejarles entrar de forma inminente en territorio comunitario, pero también recuerda que es necesario garantizar el derecho internacional y no expulsar a las personas que llegan y piden protección.

Según la portavoz de Interior de la Comisión, Anitta Hipper, la UE tiene la obligación de estudiar la concesión de visados ​​humanitarios a quien lo solicite, aunque cada petición debe evaluarse individualmente, tras la suspensión del acuerdo de facilitación de visados ​​firmado con Rusia en 2007.

Autobuses con los reclutados y nuevas protestas

Mientras, en Rusia ya se han llenado cientos de autobuses con reservistas que ahora tendrán que hacer un entrenamiento antes de desplazarse a Ucrania para incorporarse a las tropas.

Ha habido imágenes de todo tipo, como los llantos de madres y padres despidiendo a los hijos y los aplausos de los vecinos. En dos o tres semanas todos ellos ya serán el frente de guerra.

Pese a las miles de detenciones de este miércoles, también existen nuevas protestas convocadas para el sábado en contra de la decisión del presidente ruso. No serán las únicas: grupos ultranacionalistas saldrán a la calle para celebrar los referendos para unir el Donbass a Rusia.