La ciudad encantadora de Tortosa

La ciudad encantadora de Tortosa

Hay pocas ciudades pequeñas que no son capitales importantes que tienen el significado de Tortosa, con sus 2.000 años de historia.

Cada rincón de su hermoso casco antiguo recuerda el pasado.

Los íberos eligieron lo que hoy es la capital de la región del Bajo Ebro para establecerse allí.

Como prueba de su espléndido pasado, que vio cómo romanos, musulmanes, judíos y cristianos se asentaron en la ciudad, Tortosa cuenta con el impresionante Castillo de La Suda, la Catedral de Santa María y varios edificios modernistas elegantes.

No en vano se le llama «la ciudad de las tres culturas»: cristiana, judía y árabe.

El río Ebro es uno de los grandes tesoros de Tortosa.

Cruzando el centro de la ciudad, el río se puede contemplar desde sus puentes y senderos de la ribera.

Los visitantes también pueden descubrir el encanto especial del Ebre a bordo del barco Lo Sirgador, que recorre toda su trayectoria por la ciudad.

Una puesta de sol a bordo del barco contemplando el río y el sol escondido detrás del macizo de Els Ports son experiencias irrepetibles.

Tortosa se encuentra entre los parques naturales de Delta y Els Ports.

Su proximidad a la riqueza natural de estos entornos de playa y montaña hace de Tortosa un destino ideal para descubrir toda la región.

La ciudad está rodeada de naturaleza y ofrece múltiples actividades para disfrutar al aire libre, como tomar una ruta en bicicleta a lo largo de la Vía Verde, hacer una excursión por la montaña o navegar por el río o el Delta.

Históricamente, Tortosa es única

Es uno de los pocos lugares donde las tres grandes culturas y religiones monoteístas coexistieron en la baja Edad Media: cristiana, musulmana (sarracena) y judía.

En 1148, una vez que Ramon Berenguer IV tomó la ciudad de los musulmanes, que la habían dominado desde el siglo VIII, se permitió que las comunidades sarracenas y judías se quedaran, esta última se estableció en Tortosa desde la época romana.

Las tres comunidades vivieron en Tortosa en relativa paz durante siglos.

Un paseo por el casco antiguo, que es muy recomendable, ofrece a los visitantes la oportunidad de descubrir los vestigios de este pasado multicultural.

La ciudad encantadora de Tortosa