Israel empieza la invasión terrestre del sur del Líbano mientras sigue bombardeando Beirut
Las fuerzas de ocupación israelíes han iniciado este martes, de madrugada, una incursión terrestre en el sur del Líbano que llevaba semanas preparando. La invasión, que puede detonar la guerra total en Oriente Próximo, se suma a un conjunto de bombardeos y apoyo aéreo que el ejército hebreo ha desplegado para «combatir a Hezbollah» y dar paso, así, «a una nueva fase de la guerra». Las autoridades del país insistieron en que este movimiento militar tiene un carácter «limitado», pero las tropas libanesas ya han anunciado varias bajas, además de haberse retirado cinco kilómetros dentro de sus propias fronteras.
La zona sur de Beirut sufre intensos bombardeos en las últimas horas, después de que en los últimos días fuese atacado el centro de la capital libanesa por primera vez en dieciocho años. Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) aseguraron que el ataque en territorio de Líbano tiene como objetivo «municipios cercanos a la frontera que suponen una amenaza inminente». Israel ha tomado una decisión excepcional y ha decretado «zona militar clausurada» las localidades de Metula, Misgav Am y Kfar Giladi (las tres en territorio israelí), prohibiendo así la entrada o salida de cualquier persona
Adelantado la mañana, el ejército de Israel ha admitido «intensos combates» con Hezbollah en la zona sur del Líbano. En este sentido, pidieron a la población civil que no se desplace en ningún vehículo en las inmediaciones del río Litani, en la zona fronteriza con Israel. Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) aseguran que Hezbollah «utiliza a la población civil como escudos humanos para lanzar ataques».
Estados Unidos ha mantenido su postura con Israel, pese a la invasión. El secretario de Defensa, Lloyd Austin, se apresuró a recordar que la Casa Blanca mantiene su apoyo a la nación israelí y a su derecho «a defenderse».
En este sentido, Austin ha afirmado que ha hablado con su homólogo israelí, Yoav Gallant, sobre las operaciones israelíes y han estado de acuerdo en la “necesidad de desmantelar la infraestructura de ataques a lo largo de la frontera para garantizar que la Hezbollah libanesa no puede causar un nuevo ataque como el del 7 de octubre contra las comunidades del norte de Israel”.
El propio Gallant fue el vertebrador del discurso en torno a «una nueva fase de la guerra» en los días anteriores a la invasión del Líbano. Por ahora, Irán no ha respondido a la incursión terrestre ni se ha pronunciado al respecto.