La detención de un guardia civil destapa una red de tráfico de hachís en el estrecho
El arresto de un guardia civil, destinado desde hacía un mes en Pueblo Nuevo de Guadiaro, San Roque, se ha convertido en un avance crucial en la operación Templario, una investigación llevada a cabo por la Policía Nacional contra una red de tráfico de hachís con base en Ceuta y la Costa del Sol. El agente, natural de Ceuta, presuntamente colaboraba con la organización criminal liderada por su propio hermano, uno de los tres principales líderes de la trama, conocidos como los «Big Three del Estrecho».
Incautaciones clave durante el operativo policial
La detención del guardia civil, que ocurrió en la pedanía malagueña de Sabinillas, permitió a los investigadores confiscar material incriminatorio en su taquilla en el puesto de la Guardia Civil, además de documentos que respaldan las sospechas sobre su implicación en la red delictiva.
La organización introducía grandes cantidades de hachís desde Marruecos mediante embarcaciones de alta velocidad. Durante el operativo, que incluyó veinte registros domiciliarios en Marbella, Fuengirola, Estepona, Algeciras y Ceuta, se incautaron más de una tonelada de hachís, medio millón de euros en efectivo y bienes valorados en más de dos millones de euros, los cuales han sido bloqueados.
Los vínculos familiares como eje de la trama
Uno de los cabecillas de la red, hermano del agente detenido, aprovechaba su relación familiar para facilitar la logística del transporte de droga. Este apoyo resultó ser una pieza fundamental para garantizar la eficacia de una red que también estaba involucrada en blanqueo de capitales a través de familiares.
La operación, iniciada en agosto de 2023, logró desmantelar tres organizaciones criminales interrelacionadas y presentar cargos por tráfico de drogas, pertenencia a organización criminal, blanqueo de capitales, robo, hurto, falsedad documental y uso indebido de vehículos.
Estrategias de colaboración entre organizaciones criminales
La Policía ha destacado la capacidad operativa de esta red, que alquilaba sus recursos, como embarcaciones semirrígidas, a otras organizaciones delictivas más pequeñas durante períodos de baja actividad. Este modelo de colaboración consolidó a los «Big Three del Estrecho» como una de las principales redes de tráfico de drogas en la región.
La operación Templario marca un golpe significativo al crimen organizado en el Estrecho de Gibraltar, un paso clave en la lucha contra el narcotráfico y el blanqueo de capitales en la región.