Preocupación en Calella por un festival neonazi en Santa Susanna
Durante estos días, Calella (Barcelona) ha sido escenario de una creciente alarma vecinal por la llegada de asistentes a un festival neonazi, que por tercer año consecutivo se celebra este fin de semana en una finca privada de Santa Susanna, municipio colindante.
Los participantes, provenientes de diferentes puntos del Estado y de otros países europeos, se están alojando en hoteles de Calella. De hecho, el pasado jueves organizaron una fiesta privada en un local de la localidad, lo que ha intensificado la inquietud en la zona.
Un evento rodeado de secretismo
El festival, conocido como Chaos in the Sun, se desarrollará este sábado y domingo, aunque su ubicación exacta sigue siendo confidencial. En la edición anterior, el evento tuvo lugar en una masía cercana a la autopista C-32, propiedad del club de motoristas Pawnees MC, lejos del centro urbano.
El cartel está compuesto por artistas tanto nacionales como internacionales, conocidos por su vínculo con movimientos de extrema derecha y por no ocultar sus ideologías radicales.
Presencia visible en las calles de Calella
A la espera de que se celebre el evento, los asistentes ya han sido vistos en Calella con una estética skinhead y ropa con simbología nazi, lo que ha generado inquietud entre los vecinos.
El alcalde del municipio, Marc Buch, declaró en Ràdio Calella que «es lamentable que aún existan personas que defiendan estas ideologías totalitarias», subrayando que «no son bienvenidas ni en Calella ni en ningún otro lugar».
Dificultades para controlar la situación
En una entrevista con Catalunya Ràdio, el alcalde reconoció que los hoteles tienen dificultades para detectar a estos grupos, ya que utilizan nombres distintos a los de años anteriores para hacer las reservas.
Más allá de eso, denunció que una empresa de Calella volvió a alquilarles un local para su fiesta del jueves, criticando que «siempre hay quien está dispuesto a ganar dinero a cualquier precio».
Movilización y rechazo social
Diversas organizaciones, como la Assemblea de Joves d’Arenys de Mar, han alertado sobre la presencia de los participantes en la comarca del Maresme, y han hecho un llamamiento a actuar colectivamente ante comportamientos amenazantes o provocadores.
El año pasado, el Consell Comarcal del Maresme ya se posicionó firmemente en contra del fascismo, condenando cualquier evento que vulnere los derechos fundamentales o fomente el racismo, la xenofobia o la discriminación. La declaración fue respaldada por en Comú Podem, Junts, ERC, la CUP, Ara Pacte Local y el PSC.
Las autoridades locales se ven limitadas
El alcalde de Santa Susanna, Joan Campolier, ha explicado a ElNacional.cat que el festival tiene todos los permisos necesarios y que, al tratarse de un terreno privado, el Ayuntamiento no puede intervenir directamente.
En años anteriores, asegura, no hubo incidentes, ya que los asistentes viajan en autocar privado desde Calella y regresan tras finalizar el evento. Según Campolier, «lo único que podemos hacer es asegurarnos de que respeten los horarios establecidos».
Refuerzo policial para evitar incidentes
Ante la creciente preocupación, se ha incrementado la presencia de fuerzas de seguridad en Calella. Tanto la Policía Local como los Mossos d’Esquadra han reforzado su actividad para prevenir posibles altercados, especialmente tras los conflictos ocurridos el año pasado cerca de la Riera Capaspre.
«Tenemos toda la información y las medidas necesarias están en marcha», aseguró el alcalde Marc Buch. «Si hay incidentes, estamos preparados para actuar», añadió en declaraciones a Catalunya Ràdio.