38 cachorros enfermos en una tienda de Barcelona
La Oficina de Protección de los Animales de Barcelona y la Guardia Urbana encuentran 38 cachorros enfermos en la tienda Puppies, situada en la calle Sant Eusebi, 66 de Barcelona.
En malas condiciones de salud en el transcurso de una inspección administrativa que se llevó a cabo ayer lunes 16 de julio. También hallaron 31 cadáveres de perro congelados en una nevera de la tienda.
La Oficina de Protección de los Animales de la ciudad condal había recibido varias denuncias por irregularidades relacionadas con las condiciones de salud de los animales que se vendían en el establecimiento y en la inspección han confirmado las sospechas.
Según ha detallado la OPAB en un comunicado, los animales intervenidos presentaban síntomas compatibles con la parvovirosis, una enfermedad potencialmente mortal.
Además de contagiosa, es frecuente en los cachorros de perro que no han sido vacunados durante las primeras etapas de su desarrollo, así como la falta de higiene.
Los 38 cachorros enfermos en una tienda de Barcelona estaban afectados por esta enfermedad, por lo que se intervinieron todos los que habían estado en contacto con ellos. Dos de estos murieron en el traslado a las clínicas veterinarias.
Más animales muertos
La Guardia Urbana ha agregado que durante la inspección también se detectaron 31 cadáveres de cachorros congelados en una nevera del local. Los técnicos de la Oficina de Protección de los Animales recogieron a siete de ellos para comprobar la causa de la muerte mediante necropsia.
Durante la operación se han rescatado 83 cachorros -68 perros y 15 gatos-, de los que se ha hecho cargo del Ayuntamiento de Barcelona, que se ocupará de garantizar su atención veterinaria y su bienestar.
A la tienda se le ha retirado el Libro de registro de núcleos zoológicos.
Este es el certificado que acreditaba su inscripción como uno de estos núcleos y también se han precintado las jaulas y las instalaciones donde se encontraban los animales.
Además del cierre de la tienda por un período de dos años, se ha inhabilitado la empresa para la tenencia de animales por el mismo período y se le ha impuesto una multa de 3.363 euros.
El establecimiento contaba con los permisos administrativos necesarios para la venta de animales, pero algunos espacios «no cumplían con las condiciones adecuadas».
La documentación de los cachorros procedía de centros de cría de Eslovaquia.