Desarticulada una organización con sede en Barcelona que ejercía como “mayorista de droga” entre España y otros países europeos
La Policía Nacional y Europol desarticularon el 23 de abril una organización criminal con base en Barcelona que traficaba con marihuana entre el estado y Europa. Se detuvieron a 54 personas que ejercían de mayoristas de droga para organizaciones extranjeras y que blanqueaban los beneficios obtenidos principalmente con inversiones inmobiliarias.
Los miembros del grupo contactaban con organizaciones criminales extranjeras a las que proporcionaban la droga para que la vendieran a sus países. La policía ha destacado que la organización utilizaba la violencia para llevar a cabo su actividad, lo que ha requerido la colaboración de agentes especializados para realizar las detenciones.
13 personas detenidas en Barcelona, donde tenían la base
La investigación se inició cuando los agentes identificaron a la organización, establecida en la demarcación de Barcelona y que presuntamente llevaba años traficando con grandes cantidades de marihuana entre el estado y Europa. En Barcelona se arrestaron a 13 personas, otras 13 en Girona, 2 en Tarragona, dos en Málaga, dos en Granada, 9 en Finlandia, cinco en Suecia, cinco en Alemania y cuatro en Francia.
Se realizaron 18 registros entre las provincias de Barcelona, Girona, Tarragona y Granada, donde se intervinieron 34.000 euros en efectivo, 3.000 euros en criptoactivos, más de 600 kilos de marihuana y miles de plantas.
Un año y medio de investigación
Después de año y medio, los investigadores pudieron localizar varias plantaciones cuidadas por miembros del grupo, así como sus domicilios. La banda, vertebrada en forma de clan familiar, mantenía plantaciones de marihuana en distintas provincias, algunas en sitios aislados y casas ocupadas para dificultar la acción policial.
El grupo seguía los parámetros del llamado “clan-based crime” de Europol, es decir, estructuras criminales organizadas por lazos de sangre que aseguran la lealtad de sus miembros y dificultan la intervención policial por su relación familiar. El líder era el encargado de cerrar las operaciones de venta de droga en organizaciones extranjeras y daba las instrucciones al resto.
Otro de los miembros, conocido como el demonio, había estado en prisión por asesinato en el 2007 y era el encargado de las acciones violentas del grupo, en las que se utilizaban armas de fuego. De hecho, en los registros se encontraron cinco armas de fuego y pistolas eléctricas.