Hackean la televisión iraní para denunciar la represión:

Hackean la televisión iraní para denunciar la represión: «Os gotea sangre de jóvenes»

Unos hackers logran interrumpir la emisión de la televisión estatal iraní para denunciar las muertes de manifestantes en las protestas de los últimos días.

Precisamente cuando el líder supremo iraní Alí Jamenei hacía una intervención en el informativo matinal este sábado, una máscara con los colores de la bandera iraní en los pómulos ha aparecido en pantalla.

El mensaje iba dirigido directamente al ayatolá Jamenei. Su imagen se ve rodeada de llamas, con el objetivo de una mira telescópica apuntándole a la cabeza y una frase para denunciar la sangre derramada: «La sangre de nuestros jóvenes gotea por tus garras»

En el montaje, que ha durado unos segundos, se oye de fondo el mensaje «mujer, vida, libertad» que acompaña a las imágenes de cuatro mujeres. Una es Mahsa Amini, la joven que falleció tras ser detenida por no cubrirse el pelo correctamente, según la policía de la moral, y las de otras tres mujeres que han fallecido en protestas recientes.

Continúan las protestas, las muertes y las detenciones

Este acto de hackeo llega cuando en Irán inician su cuarta semana de manifestaciones , que no tienen precedentes en el país. Este sábado fue una de las jornadas más duras, con enfrentamientos y huelgas en una docena de ciudades.

Los llamamientos a movilizarse por la muerte de Mahsa Amini los hacen activistas y estudiantes y, según las organizaciones de derechos humanos del país, la represión crece a la vez que se multiplican las protestas.

Desde que empezaron el 17 de septiembre, habrían muerto al menos 41 personas durante las manifestaciones, según la televisión estatal, pero la ONG Irán Human Rights eleva este balance hasta las 185 víctimas mortales, entre ellos 19 menores.

El último informe del Centro por los Derechos Humanos en Irán denuncia que en las últimas tres semanas al menos 1.200 personas han sido detenidas, entre ellas al menos 92 miembros de la sociedad civil, «no durante las protestas callejeras, sino arbitrariamente en su casa o puestos de trabajo» por orden del jefe judicial como «detenciones preventivas» . La lista incluye a periodistas, activistas, intelectuales, científicos, artistas, abogados y deportistas.

Los medios no oficiales, como el disidente IranWire, y las ONG de derechos humanos del país, se apresuran a dar a conocer al mundo qué sigue ocurriendo en Irán a pesar de los controles del Estado.

Horas antes, denunciaban que dos personas habían sido asesinadas en Sanandaj, incluido un hombre que fue tiroteado en su automóvil tras tocar la bocina como apoyo a los manifestantes. Un oficial de policía, según la agencia estatal IRNA, decía en este caso que el hombre había sido asesinado por «contrarrevolucionarios».

En otro vídeo, compartido en internet, también se vio a una mujer con un disparo en el cuello que yacía inconsciente en el suelo en Mashhad.

Una revolución que no se detiene a pesar del poder represivo que ejerce el gobierno. Una revolución desatada por la muerte de Mahsa Amini, detenida en Teherán, por la policía de la moral, por presuntamente haber violado la ley que exige que las mujeres se cubran el pelo con un velo o pañuelo. Esta joven kurda iraní, de 22 años, murió bajo custodia policial el pasado 16 de septiembre, tres días después de su detención. Las autoridades no se hacen responsables de su muerte.