Robo de gasóleo a los camioneros en la AP-7 en Girona para revenderlo
Un grupo se ha especializado en el robo de gasóleo a los camioneros. Los robos se producen en los camiones que están parados en áreas de servicio de la autopista AP-7, en la zona de Girona, para robar el gasóleo que llevan las tractoras y, allí mismo, traspasarlo a otro camión, que compra el combustible a precio de saldo.
Este miércoles, de madrugada, los Mossos d’Esquadra estaba haciendo patrullaje por la autopista cuando entraron en una de las áreas de descanso que hay en la vía, cuando pasa por el municipio de Vilobí d’Onyar, y detectaron que una persona estaba extrayendo gasóleo de un camión y con una manguera de color azul lo cargaba en un segundo camión. El autor de este trasvase de gasóleo se intentó esconder para evitar ser detectado por los agentes, pero lo encontraron.
Los agentes hicieron comprobaciones con los camiones y observaron que entre la tractora del camión y el semirremolque había un montaje con una manguera azul que salía de uno espacio de hierro, una parte de la manguera estaba dentro del depósito de esta tractora y la otra parte de la manguera iba hacia la tractora estacionada detrás.
También observaron que había un montaje rudimentario con unos conectores que se conectan al camión para dar electricidad y para poder succionar el gasóleo del depósito.
La patrulla de los Mossos vio que en el interior de la tractora que estaba recibiendo el gasóleo había una segunda persona, que también fue detenida.
El hombre que estaba fuera y que estaba haciendo el trasvase de gasóleo de un camión al otro había acordado con el segundo detenido la venta de este gasóleo que estaba sustrayendo. El combustible que llevaba el primer camión estaba valorado en 1,70 euros el litro, tal como detalló la víctima a los Mossos, y el comprador, por los casi 1.500 litros que había, hubiera pagado unos 1.600 euros, un precio muy por debajo de mercado.
Según han informado los Mossos, la semana pasada detuvieron también a dos hombres por los mismo motivos, aunque no eran los mismos, sí que se conocían, hecho que hace pensar a los investigadores que se trata de un grupo organizado que se dedica a este tipo de robos de combustible para después venderlo.
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